A veces, los mejores lugares no están en las guías ni en los rankings turísticos. En el sur de Menorca, escondida entre las populares Cala Turqueta y Son Saura, se encuentra Cala Es Talaier: una pequeña cala virgen de aguas turquesas y arena blanca. Este rincón, casi secreto, ofrece algo que escasea en otros destinos: paz, naturaleza y un entorno único. Tiene unos 40 metros de largo por 20 metros de ancho, pero su belleza supera su tamaño. Sus aguas transparentes dejan ver el fondo, donde peces y crustáceos conviven en un ecosistema casi intacto.