En un mundo cada vez más consciente de la necesidad de adoptar prácticas sostenibles, las casas pasivas se presentan como una solución innovadora en el ámbito de la construcción. Estas viviendas, diseñadas para maximizar la eficiencia energética, destacan por su capacidad de mantener una temperatura agradable durante todo el año con un consumo mínimo y sin depender de sistemas de calefacción o refrigeración. Aunque su construcción es más cara que la de una vivienda convencional, el ahorro energético puede alcanzar el 90%.