
Enclavado en el corazón de la provincia de Girona y en la comarca volcánica de la Garrotxa se encuentra un pueblo que pocos conocen.
Rodeado de un paisaje natural único, es conocido por su arquitectura medieval bien conservada y sus cascadas, e incluso por sus exquisitas alubias. Descubre y apunta este pequeño destino que tiene tanto que ofrecer.
Santa Pau, el pueblo de las cascadas y las alubias
Santa Pau es un encantador pueblo situado en la comarca de la Garrotxa, en Girona. Este lugar no solo es famoso por sus cascadas, sino también por su pintoresco casco antiguo que transporta a la época medieval.
Enclavado en pleno Parque Volcánico de la Garrotxa, sus estrechas calles y plazas adoquinadas están rodeadas por murallas y edificios históricos que reflejan su rica historia y tradición.
Además, es conocida por sus deliciosas alubias autóctonas, conocidas como los fesols de Santa Pau, una variedad de alubia pequeña y suave que es Denominación de Origen Protegida (DOP).

Historia de Santa Pau
Su origen se remonta al siglo IX, en pleno período carolingio, cuando se establecieron los primeros asentamientos para proteger la región de las incursiones sarracenas. El pueblo empezó a consolidarse en torno al castillo, cuya primera mención data del siglo XIII.
El pueblo fue creciendo alrededor del castillo, con sus calles estrechas y empedradas que conectaban la fortaleza con las viviendas y la iglesia parroquial de Santa María, construida en el siglo XV. Durante los siglos XV y XVI, Santa Pau vivió un período de relativa prosperidad, pero también enfrentó crisis como las guerras remensas, un conflicto entre los campesinos y los señores feudales.
Por su posición geográfica, el pueblo permaneció relativamente aislado, lo que ayudó a preservar su carácter medieval. En el siglo XX, con el auge del turismo rural y la protección de la Zona Volcánica de La Garrotxa, se reinventó como un destino cultural y natural.
Qué ver en Santa Pau
Santa Pau, uno de los mejores pueblos cerca de Girona, es un destino que ofrece una variedad de atracciones que capturan la esencia de su historia y belleza natural. Aquí se presentan algunos de los lugares imprescindibles:
- Castillo de Santa Pau: este majestuoso castillo del siglo XIV es el corazón del pueblo. Ofrece una vista panorámica del entorno y es un excelente punto de partida para explorar el casco antiguo.
- Cascadas del Salt de Can Batlle: se encuentra a poca distancia del pueblo y es perfecto para los amantes de la naturaleza. Rodeadas de bosque, destacan especialmente después de lluvias.
- Gorg de la Plana: esta tranquila piscina natural es accesible mediante senderos y está rodeado de vegetación exuberante.
- Plaza Mayor: esta pintoresca plaza es el centro neurálgico de Santa Pau, rodeada de edificios históricos y con un ambiente acogedor.
- Iglesia de Santa María: un hermoso ejemplo de arquitectura románica catalana en el centro del pueblo que no puedes dejar de visitar.

Cómo llegar a Santa Pau
Ubicado en la comarca de La Garrotxa, Santa Pau es un destino único por su ubicación. Si decides viajar en coche, está bien conectado por carretera desde Olot, la capital de la Garrotxa. Desde ahí deberás cruzar la pintoresca Fageda d'en Jordà para llegar al pueblo en 10 minutos.
Desde Barcelona, el trayecto dura una hora y media tomando la AP-7 y luego la C-66, mientras que desde Girona tardarás una hora cruzando las montañas. Para aquellos que opten por el transporte público, hay autobuses regulares desde Olot que te llevarán directamente a Santa Pau.
Alrededores de Santa Pau
Los alrededores del pueblo son un verdadero paraíso para los amantes del aire libre y la aventura. Esta región ofrece una variedad de actividades y pueblos bonitos cerca de Santa Pau que no puedes perderte:
- Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa: este parque, al que pertenece el 80% del pueblo, es famoso por sus más de 40 conos volcánicos y sus coladas de lava. Puedes visitar el Volcán Croscat.
- Fageda d'en Jordà: un bosque de hayas único en la península ibérica, conocido por su belleza especialmente en otoño.
- Santuario del Far: situado en un acantilado, este santuario ofrece vistas impresionantes del paisaje circundante.
- Olot: la capital de la comarca, conocida por su arquitectura modernista y su vibrante escena cultural.
- Besalú: un pueblo medieval cercano con un puente románico impresionante y un casco antiguo bien conservado que merece una visita.

Vivir en Santa Pau
Este encantador pueblo ofrece un estilo de vida tranquilo y en armonía con la naturaleza. Su entorno está marcado por paisajes volcánicos únicos y una rica biodiversidad, lo que lo convierte en un lugar ideal para aquellos que buscan una conexión más profunda con el medio ambiente.
La comunidad de Santa Pau es conocida por su hospitalidad y su fuerte sentido de identidad cultural. Los residentes disfrutan de una vida comunitaria activa, con festividades locales que celebran las tradiciones y costumbres del pueblo. Además, destaca el acceso rápido a Olot, una ciudad con buen servicio e infraestructura.

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