Rafael correa, presidente de Ecuador, critica el comportamiento de la banca con sus compatriotas. Reclama que devolver el piso sea suficiente para cancelar la deuda hipotecaria cuando estos no puedan pagar y que el resto de sus bienes no puedan ser embargados, como en el caso de los españoles. Pero las reglas de los bancos no entienden de nacionalidades
Muchos de los casi 500.000 ecuatorianos que viven en España y que llegaron en pleno auge de la economía, encontraron trabajo sin dificultad y se lanzaron a invertir el dinero ganado en un piso, para el que les concedieron financiación sin problemas. Pero llegó la crisis, y con ella en muchos casos las dificultades para pagar la hipoteca, lo que impide que los que quieren irse de nuevo a su país puedan hacerlo para empezar de nuevo
La coordinadora nacional de ecuatorianos en España (conadee) exige al gobierno español que realice una “auditoría social” del fraude hipotecario que ha afectado a miles de familias inmigrantes y que se sancione a los responsables de ese delito. Demandan una solución para que sus compatriotas puedan volver a su tierra sin miedo a que los bancos puedan embargar su patrimonio en su país de origen por la deuda contraída en España. Pero la ley bajo la que pidieron la hipoteca es clara, y exige que se pague el total del dinero prestado con el respaldo del patrimonio personal del hipotecado, un drama que también viven miles de españoles
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104 Comentarios:
Disiento profundamente. El problema con "estos tipos" lo han creado precisamente "los tipos" que operan como directores de sucursal de banco o sus superiores.
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Bien, bien, le doy a Ud. Razón, y que, ciertamente, son estos los auténticos "cerebros" responsables del problema. Como también podríamos asegurar que se beneficiaron los responsables políticos de una situación que favorecieron, a sabiendas de las consecuencias que ello iba a acarrear en la situación de la población española.
Pero no es ese aspecto el que quería resaltar con mi comentario, sino el relacionado con las circunstancias concretas que caracterizaron el proceder del colectivo inmigrante, del que se trata en este post, para determinar si se les debe exigir responsabilidad por entrar, a sabiendas de lo que hacían, en un juego, recordemos, con unas reglas claras y escritas (abusivas o no es otro tema), o si se debe perdonar tal responsabilidad por darse la circunstancia de ser inmigrante (aquí el conjunto de motivos podría ser variado: incultura, desconocimiento de las leyes, analfabetismo, incapacidad de comprensión lectora, practica imposibilidad de cobro, ausencia de avales,....), o si se debe perdonar tal responsabilidad por haberlo "exigido" así el mandatario de su país, obviando nuestras propias regulaciones, normas y acuerdos, en contraposición con la situación de agravio comparativo que se podría producir respecto a los deudores españoles, y el perjuicio que tal situación podría generar finalmente en nuestros bolsillos y en la resuperación de nuestra economía.
En el comentario anterior No he expresado mi opinión, pero considero que la deuda contraída se debería poder liquidar íntegramente con la entrega del bien hipotecado. Sin embargo, esto ya lo expuse en otro post y se debatió mucho porque había quién se oponía alegando que esto dificultaría mucho el flujo de crédito, pues los bancos, al ver incrementado notablemente el nivel de riesgo, aparte de no financiar el 100% de la operación, exigirían tipos de interés más altos, avales más sólidos, requisitos más rigurosos , cuestión esta que a mí, personalmente, no me parece tan negativa, visto hacia donde nos ha conducido la relajación de las condiciones en la etapa anterior.
Bien, bien, le doy a Ud. Razón, y que, ciertamente, son estos los auténticos "cerebros" responsables del problema. Como también podríamos asegurar que se beneficiaron los responsables políticos de una situación que favorecieron, a sabiendas de las consecuencias que ello iba a acarrear en la situación de la población española.
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Si se me permite entrar en la conversación, diré que no veo por qué ni en este asunto ni en otros muchos apreciar responsabilidad en uno de los agentes que intervienen en la operación excluye que pueda apreciarse responsabilidad también en otros agentes.
Sí,sí, efectivamente, eso es lo que quería expresar, pero, con su oportuno apunte, Ud. Lo ha indicado de forma mucho más efectiva.
Bien, bien, le doy a Ud. Razón, y que, ciertamente, son estos los auténticos "cerebros" responsables del problema. Como también podríamos asegurar que se beneficiaron los responsables políticos de una situación que favorecieron, a sabiendas de las consecuencias que ello iba a acarrear en la situación de la población española.
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Si se me permite entrar en la conversación, diré que no veo por qué ni en este asunto ni en otros muchos apreciar responsabilidad en uno de los agentes que intervienen en la operación excluye que pueda apreciarse responsabilidad también en otros agentes.
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En efecto, pero no me compare unos agentes con otros agentes. Es fácil: póngase en el lugar de un agente bancario y luego en el de un emigrante ecuatoriano. Luego, compare. Compare los años de estudio, compare las condiciones de vida, compare el buen vivir con el mal vivir, compare el estar en su país apoyado por su familia con el estar en el extranjero solo y trabajando por salarios de miseria que tienes que enviar al pueblo allá lejos, compare tener trabajo sí o sí con el no saber si vas a comer mañAna, compare vivir de propiedad en su país con el no encontrar a nadie que te alquile un piso por ser un tipo con cara de indio, compare...
¿Me van ustedes a decir que los bancos no conocían el riesgo que corrían prestándole dinero a gente que no tiene nada, o muy poco, que perder?
La responsabilidad del banco analizando el riesgo es indiscutible. Pero la otra parte, el que recibe el préstamo, sean cuales sean sus circunstancias personales seguro que sabe que nadie regala nada y que todo lo que se recibe se ha de devolver. Porque esto es así aquí y en las antípodas. Es conocimiento común a cualquiera.
"Es conocimiento común a cualquiera".
En fin, veo que era mucho pedir que se pusiera en el lugar de esta gente.
Cuesta entender el puro y duro sentido del término "supervivencia" y tampoco sobran las ganas.
Hay que sufrirlo.
O, en otras galas palabras, "c'est la guerre". Y muchos, alzando frenéticamente papelitos hipotecarios al aire, aún no se han dado cuenta de eso.
Todo eso que Ud. Dice en su penúltimo comentario, estar sin trabajo, cobrar poco, verse en país ajeno, sería atendible en varias situaciones pero no cuando de lo que se trata era de comprar casa y comprarla por una pila de millones, porque en ese caso ya no se trataba de supervivencia. No obstante el punto de mi intervención no era ése sino la cuestión de las responsabilidades compartidas; la del banco, enorme; pero la del particular tampoco del todo inexistente.
"La responsabilidad del banco analizando el riesgo es indiscutible".
"Todo eso que Ud. Dice en su penúltimo comentario, estar sin trabajo, cobrar poco, verse en país ajeno, sería atendible en varias situaciones pero no cuando de lo que se trata era de comprar casa y comprarla por una pila de millones, porque en ese caso ya no se trataba de supervivencia. No obstante el punto de mi intervención no era ése sino la cuestión de las responsabilidades compartidas; la del banco, enorme; pero la del particular tampoco del todo inexistente".
Lo dicho, supervivencia pura y dura. "C'est la guerre" y cada uno juega sus armas. Al fin y al cabo, los ecuatorianos tampoco son oenegés y por lo visto, tampoco tan inocentes como nuestros pobres y honrados bancos.
Esto le pasa a un trilero y sus compinches se lo comen a bocados. Pero como es un banco...
Catch me if you can, pues!
Cuando un inmigrante llegaba a España, en una semana (o menos) ya sabía qué ayudas y becas pedir, donde pedirlas, donde estaban los comedores sociales, cómo acudir al médico, qué tenían que hacer para conseguir el permiso de residencia, donde daban trabajo, incluso qué derechos sociales y laborales tenían (yo mismo, que no soy empresario, he tenido que contratar inmigrantes para cuidar a un familiar y me volvía locos con los papeles y con los permisos). En este sentido funcionaba muy bien el boca a boca entre inmigrantes y el asesoramiento de muchas ongs y servicios sociales.
Bueno, pues parece que lo sabían todo, menos las consecuancias de firmar una hipoteca ¡Qué curioso!
Y digo yo, ¿Dónde se ha visto que personas tan apuradas por verse en un país ajeno tan lejos de su familia, lo primero que hagan sea comprarse un piso? Chico, no lo entiendo....o, el que se molete un poco, lo entiende demasiado bien.
¿Me van ustedes a decir que los bancos no conocían el riesgo que corrían prestándole dinero a gente que no tiene nada, o muy poco, que perder?
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Nadie le va a decir lo contrario, pero la cuestión aquí no es esa.
Parto de unas premisas que pienso que están más o menos aceptadas por todos, y, creo, no deberían introducirse de nuevo en la discusión:
- Los políticos y administradores públicos crearon las reglas del juego con un objetivo específico claro: crear la sensación de que se producía un progreso económico utilizando de forma intensiva la capacidad adquisitiva futura (endeudamiento). Entre estas reglas figura la ley hipotecaria, de la que yo no oí protestas cuando se aprobó.
- Lo que hicieron (y hacen todavía hoy los bancos) no tiene nombre, pero no sólo con los inmigrantes, sino, de igual forma, con los españoles (me da igual un ecuatoriano con cara de indio, que un treintañero español con cara de niño, que un señor de Madrid con cara de bobo o una señora anciana sin la primaria completada). Sin embargo, es justo reconocer que los bancos jugaban con las reglas de juego existentes en ese momento, creadas por los anteriores agentes, y aceptadas por la mayoría de la sociedad. Y en función de estas reglas, del beneficio esperado y del nivel de riesgo, decidían si concedían o no, cuánto concedían, a qué tipos, con qué garantía y durante qué plazo. Podemos ahora quejarnos de la bondad o maldad de las reglas de juego, podemos romperlas, pero si lo hacemos, considero que lo hacemos a destiempo, pues es indudable que de haber sido cambiadas estas reglas, las condiciones con las que hubieran prestado los bancos habrían sido netamente distintas, así como las consecuencias para todos.
- Este era el juego que existía en ese momento, conocido y aceptado por toda la sociedad, sin queja, y por tanto son tan responsables los que lo crearon como los que entraron en él. Luego, los consumidores, los hipotecados, y más aquellos que lo hicieron sin valorar seriamente sus posiblidades, son tambien responsables y no vícitimas. Estamos en una democracia y en una sociedad de libre mercado. Nadie obliga a nadie a hacer algo, ni a comprar, ni a endeudarse en contra de su voluntad.
Las cuestiones que yo entro a debatir en este post ( y si quisiera discutir otras me iría a otro en el que se trate el asunto en cuestión) son las siguientes:
- ¿Tienen razón correa en criticar ahora el comportamiento de la banca española? ¿No supo que éste era así antes? ¿Desconocía sus consecuencias? Y si lo sabía y estaba en desacuerdo ¿Por qué no lo denunció en su momento? ¿Por qué lo hace ahora?
- ¿Se debe eximir a los ecuatorianos inmigrantes del cumplimiento de una ley que afecta a todos los españoles, sólo porque lo diga su presidente? ¿ Qué consecuencias tendría este trato discriminatorio hacia el resto de españoles e inmigrantes de otras nacionalidades? Y si damos una bula general podríamos pensar que en futuro, cuando las cosas vengan mal, bulas, moras, condonaciones, exenciones, etc...son posibles ¿Quedará alguien que confíe en la seriedad del sistema en España, o todo será un cachondeo con normas que se pueden saltar a la torera cuando nos venga en gana?
- ¿Ha tenido el hecho de la inmigración una buena parte de responsabilidad en la creación de la burbuja inmobiliaria, como para que ahora se desentiendan de las consecuencias derivadas de las condiciones en las que tal burbuja se formó y de las que ellos participaron activamente? ¿Debemos asumir los españolitos de a pié las consecuencias de estos desequilibrios creados por otros?
Como comprenderá estos son los temas que, en esta ocasión, me ocupan, y no aquellos relativos a las condiciones de vida del tercer mundo, o al espíritu piadoso español, la solidaridad, la caballerosidad,etc....que podrán ser muy interesantes, pero que se pueden discutir con más propiedad en foros del tercer sector (ongs,...), foros éticos y filosóficos, etc..., porque de lo contrario podríamos extender los límites de la discusión hasta el infinito y más allá e incluso entrar en consideraciones muy pesonales.
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