
Dormir bien marca la diferencia entre tener un buen día o uno malo. Parte de esto recae sobre la tarea de elegir colchón: puede parecer sencillo, pero en realidad es una decisión importante para nuestra salud y bienestar.
Con la amplia variedad de opciones disponibles en el mercado, es normal sentirse perdido en el momento de comprar uno. Te contamos cómo elegir el colchón más adecuado según tus necesidades.
¿Cómo elegir un colchón?
Para saber qué colchón elegir, es fundamental valorar varios factores que van más allá del precio o la marca. Algunas de las preguntas que deberías hacerte son:
- ¿Duermes solo o en pareja?
- ¿Sufres de dolores de espalda o cervicales?
- ¿Tienes alergias?
- ¿Prefieres un colchón duro o uno más blando?
- ¿Te mueves por las noches?
- ¿Qué espacio puedes destinar a la cama?
Cada una de estas cuestiones puede determinar el tipo de colchón que mejor se adapta a ti. Además, el peso corporal, la postura al dormir y hasta la temperatura de la habitación influyen en el tipo de soporte que necesitas.
Por ejemplo, las personas que duermen de lado suelen necesitar colchones más adaptables, mientras que quienes duermen boca arriba o boca abajo pueden requerir colchones de una superficie más firme.
Tipos de colchones, características y diferencias
En el mercado se pueden encontrar una amplia gama de colchones, cada uno con sus propias características y particularidades:
- Colchones de muelles: Son los más tradicionales y destacan por su buena ventilación. Pueden ser de muelles ensacados (mayor independencia de lechos) o bicónicos (más económicos). Ideales para personas calurosas.
- Colchones viscoelásticos: Se adaptan al cuerpo y ofrecen mayor confort. Son recomendables para quienes buscan aliviar puntos de presión y mejorar el descanso, aunque tienden a retener más calor.
- Colchones de látex: Naturales o sintéticos, proporcionan una gran elasticidad y son adecuados para personas alérgicas, ya que suelen ser hipoalergénicos. Además, funcionan bien en camas articuladas.
- Colchones de espuma HR: Una opción más asequible, con buena firmeza y durabilidad, especialmente si la espuma es de alta densidad.
- Colchones de agua: Pueden reducir el dolor muscular y articular, ya que la superficie alivia la presión. Se puede calentar el agua, lo que puede ser un lujo en invierno.
¿Qué colchón comprar según las necesidades?
Una vez vistos los principales tipos de colchón y sus particularidades, es hora de analizar cuál se adapta mejor a tus necesidades. La elección, sin embargo, es personal:
Para personas con problemas de espalda: Si sufres de dolores lumbares o cervicales, lo más recomendable es optar por colchones de firmeza media-alta que ofrezcan un buen soporte sin resultar demasiado duros. Los modelos viscoelásticos con núcleo HR o los de muelles ensacados con una capa superior viscoelástica suelen ser una excelente elección. También existen colchones ortopédicos diseñados para estas dolencias.
Para personas calurosas: Si tiendes a sudar durante la noche o tu habitación suele estar a temperaturas elevadas, evita los colchones viscoelásticos con gran retención de calor. En su lugar, los colchones de muelles ensacados o los modelos con capas transpirables (como gel o fibras naturales) son una opción más fresca.
Para quienes duermen en pareja: Uno de los mayores problemas cuando se comparte colchón es la independencia de lechos. Los colchones de muelles ensacados o viscoelásticos de alta densidad son ideales en este caso, ya que minimizan la transferencia de movimiento. Así, no notarás cuando la otra persona se mueve o se levanta.
Para personas con alergias: El látex natural es hipoalergénico, resistente a ácaros y moho, por lo que puede ser la mejor opción para personas que padecen alérgicas. También existen colchones con tratamientos antiácaros o fundas especiales que ayudan a evitar reacciones alérgicas.
Mejor colchón para niños y bebés: Los más pequeños necesitan colchones firmes, seguros y con buena ventilación. Para cunas, los colchones de espuma HR o látex son los más habituales. En camas infantiles, se puede optar por colchones de firmeza media con buena durabilidad, ya que acompañarán su crecimiento durante varios años.

Consejos para elegir el colchón ideal
Cada persona es un mundo y hay un colchón para cada perfil. Con estos consejos te será más sencillo encontrar el colchón ideal:
¿Cómo probar un colchón?
Probar el colchón antes de comprar sigue siendo la mejor garantía para tomar la decisión correcta. Si compras en tienda física, acuéstate durante unos minutos en distintas posturas. En compras online, muchas marcas ofrecen periodos de prueba de hasta 100 noches con derecho a devolución. Aprovecha estas garantías para asegurarte de que el colchón es el adecuado para ti.
Tamaño del colchón: clave para el confort
El tamaño del colchón es otro de los factores fundamentales a la hora de garantizar un buen descanso. Elegir las dimensiones adecuadas influirá tanto en tu comodidad como en la calidad del sueño.
- Individual (80/90 x 190/200 cm): Ideal para una sola persona. También se utilizan en habitaciones infantiles o juveniles.
- Matrimonio (135/150 x 190/200 cm): La medida más común para parejas. Ofrece un equilibrio entre espacio y funcionalidad.
- ‘Queen size’ (160 x 200 cm) y ‘King size’ (180 x 200 cm): Recomendadas para quienes desean mayor amplitud o si duermes en pareja con mucho movimiento nocturno.
- A medida: Si tienes una cama especial o condiciones específicas, algunas marcas fabrican colchones personalizados.
Recuerda que el colchón debe ser, al menos 10-15 cm, más largo que la estatura de quien duerma en él, y en caso de ser dos personas, también debe tener suficiente ancho para evitar interrupciones del sueño.
Firmeza: ni demasiado duro ni demasiado blando
Uno de los conceptos más debatidos al elegir colchón es la firmeza. No existe una firmeza mejor en términos absolutos, ya que depende del peso corporal, la postura y las preferencias personales.
- Firmeza alta: Proporciona mayor soporte, ideal para personas con sobrepeso o que duermen boca arriba.
- Firmeza media: La más versátil. Suele ser recomendada para la mayoría de durmientes, especialmente si cambian de postura durante la noche.
- Firmeza baja: Se adapta fácilmente a la forma del cuerpo, adecuada para personas delgadas o que duermen de lado.
Una firmeza mal elegida puede generar puntos de presión, problemas de espalda o mal descanso. Por eso, muchas marcas están apostando por colchones de firmeza progresiva, que se adaptan al cuerpo de forma inteligente.
¿Cuál es el mejor colchón para la espalda según la OCU?
El colchón Emma ha sido elegido en múltiples ocasiones como el mejor colchón por la OCU, además de que ha recibido premios a nivel internacional. Está diseñado especialmente para cuidar la espalda, ya que cuenta con una estructura de espuma viscoelástica de alta densidad y un núcleo de espuma HR que proporciona una firmeza media (H2). Se adapta de forma progresiva a la anatomía del cuerpo, ajustándose a la espalda del consumidor.
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