Si cuentas con una zona de lavado en casa, eres un afortunado. Ahora que a los pisos no les sobran los metros cuadrados, no resulta nada fácil encajar la lavadora y una secadora y, además, tener espacio para guardar los productos de limpieza o, incluso, algún que otro utensilio de cocina y la comida de tu mascota. Mayor funcionalidad y aprovechamiento del espacio, más higiene y menos estrés visual son solo algunas de las ventajas de contar con una zona de lavado en casa… por pequeña que sea. Si te estás preguntando cómo sacarle más partido a la que ya tienes (o dónde puedes sacar metros para una), fíjate en qué detalles se te pueden haber pasado por alto y qué puedes hacer para solventarlos.
Cuida la iluminación y, si es posible, recurre a espejos
Este es un aspecto básico y, a menudo, olvidado. Lo más probable es que tengas el cuarto de lavado en un sitio oscuro y, claro, ponerse a doblar ropa o emparejar calcetines sin demasiada luz da mucha pereza. Échale un vistazo a la iluminación y fíjate qué puedes hacer para mejorarla. Seguramente, ya cuentas con un foco en el techo, pero no te vendrán mal unas tiras LED en las baldas o alguna luz que se encienda automáticamente cuando abras un armario o cajón. Si tienes la opción de que alguna pared sea de espejo, no lo dudes ni un momento.
Disfrutar de suficiente almacenaje es clave: sé creativo y aprovecha el espacio
Estanterías, cestos o ganchos para dejar escobas y otros accesorios son algunas de las soluciones que deberías valorar. La clave está en añadir todo el almacenamiento que te sea posible y, desde luego, en aprovechar las esquinas. También es buena idea sacarle partido a toda la altura del espacio, aunque, por pura lógica, en los cajones o baldas más altos solo deberías dejar cosas que no necesites usar a menudo.
Puedes encajar la zona de lavado en tu baño o el aseo de invitados
Pensar que solo puedes tener una zona de lavado si te sobra una habitación en casa es un error. Es verdad que en una vivienda con pocos metros cuadrados, disponer de quizá no sea prioritario, pero ¿no crees que puedes encajar lo básico en el baño principal o, quizá, en el aseo? Tampoco son tantas cosas: la lavadora, la secadora y un par de baldas donde colocar productos de limpieza o dejar la ropa seca para doblarla pueden solucionarte la vida.
Si te cabe un fregadero, no lo dudes ni un momento
Puede ser que cuentes con un pequeño espacio para instalar una zona de lavado. Si este es tu caso, no te pases de minimalista. Lo fundamental es la lavadora, la secadora y contar con espacio de almacenaje, pero…, ¿habías pensado que un fregadero puede ser muy útil? Si te estás preguntando para qué, lo más probable es que en casa no tengas niños ni mascotas. Otro detalle que puede serte muy útil es contar con un tendedero plegable (evitarás ocupar sitio en el suelo) para que la ropa termine de secarse.
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