La oferta de pisos compartidos se ha incrementado un 29% interanual durante el segundo trimestre, lo que ha provocado que el precio solo haya aumentado un 3% hasta los 400 euros mensuales de media, según el informe de idealista. Incluso con esta subida del stock, el volumen de personas interesadas en cada habitación ha crecido un 15% entre abril y junio. Barcelona (565 euros/mes) cuenta con los alquileres de habitaciones más caros de España, seguido por Palma y Madrid, con 500 euros en ambas capitales. Por el lado contrario, Jaén (210 euros) y Palencia (217 euros) son las ciudades más económicas para el alquiler compartido.
Cada vez más personas buscan compartir piso ante la poca oferta de viviendas disponibles en el mercado y unos precios de los inmuebles que, aunque de forma moderada, siguen al alza, haciendo inaccesible a jóvenes y otros colectivos tanto la compra como el alquiler. Este escenario seguirá impulsando la demanda de pisos compartidos y los expertos esperan incrementos de hasta el 20% en las grandes ciudades durante el próximo año.
Decorar un piso compartido puede ser una experiencia emocionante y una forma de hacerlo sentir más acogedor y personalizado.
Encontrar la habitación ideal en un piso compartido no es tarea fácil y cuando empiezas a buscar, surgen muchas dudas.
Vivir en una casa compartida en tiempos de pandemia se ha convertido en un desafío, ya sea en el caso de compañeros de piso o de cualquier familia, ya que el hogar se ha convertido en un lugar donde se trabaja, se estudia, se hace deporte y se descansa. Para superar el trance, hablamos con una psicóloga, que que recomienda mantener una comunicación clara, definir bien las zonas para cada actividad y repartir las tareas.
Si tu piso se parece más a una celda que a una casa, y además la compartes con tu pareja, aquí tienes unos consejos prácticos para que no acabe pasando factura a tu relación. Mantén ordenada la casa y cuenta con armarios y muebles adecuados al espacio. Además, es importante respetar la intimidad de cada uno y promover espacios para la soledad.
Si pasas de la treintena… ya tienes edad para ir pensando en dejar de vivir con tus padres. Aunque es más caro que compartir casa con papá y mamá, independizarse tiene muchísimas ventajas, sobre todo la libertad.
La actual situación económica ha llevado a muchas personas apuntarse a la opción de compartir piso para ahorrar tanto en la cuota del alquiler como en otros gastos como el agua, la luz o el gas.
La crisis ha abierto la puerta a prácticas de los años cuarenta o cincuenta en Madrid: el alquiler de habitaciones.
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