La intermediación inmobiliaria considera que un pacto de Estado de vivienda sería la medida más efectiva para abordar su problemática de un modo integral, en lugar de la Ley de Vivienda, pero considera que la visión cortoplacista de la política imposibilitará su puesta en marcha. Además, reclama el fin del límite al alquiler y una mejora de la fiscalidad para favorecer la compra de una vivienda.
El año entrante el 42,8% de las grandes redes de intermediación inmobiliarias espera facturar por debajo de 2022. Un ejercicio en que el vendedor también deberá ajustar sus expectativas a la baja. El arranque de 2023 será complicado, ante la bajada de la demanda, especialmente entre las rentas más bajas y los más jóvenes. Los expertos aseguran que la vivienda de segunda mano se comportará mejor por tener un precio más ajustado y por adaptarse mejor a la demanda. Las inmobiliarias confían en que los grandes mercados de vivienda como Madrid y Barcelona sostengan el ejercicio entrante.
La red inmobiliaria vaticina una fuerte contracción de las transacciones de viviendas en el mercado de segunda mano de cara al próximo año, cuando podrían caer entre un 20% y un 30% por el impacto que tendrán las subidas de los tipos de interés en la demanda. La compañía asegura que las operaciones de inmuebles con precios bajos serán las más afectadas y recomienda a los vendedores que sean flexibles ante los cambios que están por venir.
El interés por los inmuebles céntricos ha vuelto. Tras el incremento que la pandemia generó en la demanda de viviendas a las afueras, motivada por la búsqueda de espacios más amplios, zonas exteriores y proximidad con el entorno rural, más de la mitad de los compradores de estas áreas han regresado a los núcleos urbanos, una vez estabilizada la crisis sanitaria, según Redpiso
El servicio de estudios de la red inmobiliaria Redpiso observa un descenso del 10% del precio del alquiler en el centro de la capital, como consecuencia de la crisis del coronavirus. Y sostiene que las razones son el freno de los alquileres vacacionales ante la caída del turismo, la menor demanda de vivienda por parte de estudiantes nacionales y extranjeros y la adecuación de la oferta a la demanda, lo que significa que los propietarios están ajustando las rentas a la capacidad de gasto de los inquilinos.
La crisis sanitaria y económica provocada por el covid-19 ha golpeado con fuerza al sector inmobiliario, sobre todo a las agencias dedicadas a la venta y al alquiler de viviendas. En este sentido, Redpiso tiene claro cuál es el camino para salir de esta situación: apoyarse en una de sus señas de identidad – la digitalización- y evitar despidos, porque la compañía está convencida de que sus trabajadores son el verdadero motor de la empresa y el secreto de su liderazgo.
El número de profesionales que trabajan en una agencia inmobiliaria se situó en 94.800 personas el año pasado, según el instituto nacional de estadística (ine).
Redpiso es un grupo inmobiliario que surgió en los albores de la crisis y que ha conseguido, no sólo sobrevivir, sino expandirse en tiempos de mínimos para el ladrillo. La firma ha pasado de las 19 oficinas en 2007 hasta las 80 que existen en la actualidad.
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