
Aunque dejaron de estar en circulación hace más de dos décadas, las antiguas pesetas siguen teniendo valor… y no solo sentimental. En la actualidad, muchas de estas monedas y billetes han pasado de ser simples recuerdos a convertirse en auténticas piezas de coleccionismo. La clave está en saber si las que conservas pueden valer más de lo que imaginas.
La tasación de monedas antiguas no se basa únicamente en la antigüedad. Factores como la rareza, el estado de conservación, la tirada original, detalles históricos o errores de acuñación pueden multiplicar su valor. Por eso, si tienes monedas o billetes antiguos, lo mejor es recurrir a un profesional especializado que pueda valorar tu colección con precisión.
Desde que el Banco de España cerró definitivamente el plazo para canjear pesetas por euros el 31 de diciembre de 2020, muchas personas se preguntan qué hacer con esos ejemplares que aún guardan en casa. Según datos oficiales, antes del cierre aún quedaban por cambiar cerca de 1.610 millones de euros en pesetas. De ese total, unos 819 millones correspondían a billetes y 791 millones a monedas, lo que indica que un volumen considerable sigue en manos privadas.
¿Pueden valer más en el mercado del coleccionismo?
Sí, especialmente si se trata de ejemplares singulares. Hay piezas que, por su escasez o historia, alcanzan cifras elevadas en el mercado. Algunos ejemplos conocidos:
- 5 pesetas de 1949: fabricadas como prueba y nunca distribuidas. Una llegó a venderse por 36.000 euros en 2011.
- 2,5 pesetas de 1946: una sola pieza fue puesta a la venta y alcanzó los 10.000 euros.
- 1 peseta de 1937, conocida como la “peseta de las uvas”: su valor ronda entre 3 y 10 euros.
- 50 pesetas de 1957: pueden alcanzar cerca de 10.000 euros.
- 2,5 pesetas de 1953: se cotizan entre 750 y 1.700 euros.
- 1 peseta de 1947, con la efigie de Franco: se vende entre 200 y 1.400 euros.
- 5 pesetas de 1975 con el reverso del Mundial 82: conocidas como el “duro del error”, muy buscadas por coleccionistas.
- 1 peseta de 1975, la primera con la imagen del rey Juan Carlos I: puede llegar a los 4.500 euros.
Estos son solo algunos ejemplos ilustrativos. El mercado cambia constantemente, y el valor real depende del estado de conservación, la demanda actual y el número de unidades existentes. Por eso, no conviene dejarse llevar por listas genéricas: una valoración personalizada es fundamental.
¿Qué hacer si crees que tienes una pieza valiosa?
El primer paso es evitar limpiezas agresivas que puedan dañar la moneda. Después, acude a un numismático o tasador profesional que pueda analizar tus piezas con criterios técnicos. Si estás interesado en vender, ellos también podrán orientarte sobre los canales adecuados: subastas, ferias, coleccionistas privados o plataformas especializadas.
Aunque ya no se puedan canjear en el Banco de España, muchas pesetas aún pueden tener un segundo capítulo… y en algunos casos, ¡uno bastante rentable!
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