Los centros de datos descargan en Barcelona. Para 2025 se espera que la capacidad instalada en Data Centers alcance los 173 MW, lo que supondría en términos económicos una suma de 1.047 millones de euros. Gracias al efecto multiplicador de esta inversión, su impacto en el PIB de la región alcanzaría los 7.235 millones de euros y generaría más de 2.200 puestos de trabajo, según el informe "Barcelona puerto digital del Mediterráneo" de Digital Realty y DE-CIX, elaborado por la firma de análisis Foundry y con el apoyo de la Cámara de Comercio de Barcelona.
Barcelona es un destino para centros de excelencia tecnológica, está asociada a la innovación y tiene la capacidad de atraer talento e inversión extranjera, además de contar con un distrito tecnológico, el 22@, que se ha convertido en la ‘casa’ de innumerables empresas tecnológicas.
El análisis explica cómo la industria de los centros de datos, el lugar físico donde se interconectan las redes y se prestan los servicios digitales, genera riqueza donde se ubica. Son inversiones a largo plazo que aportan un crecimiento estable y resiliencia ante las fluctuaciones de la economía.
La inversión ya anunciada de 1.047 millones de euros en Barcelona para 2025 equivale al 27% de la inversión extranjera recibida por la ciudad en 2022. Y tiene impacto tanto en el PIB, como en el empleo y el desarrollo económico y tecnológico: cada euro invertido tiene un efecto multiplicador de siete euros.
Si se materializa la inversión anunciada, el impacto supondría un incremento equivalente al 7,7% del PIB de la ciudad de Barcelona en 2022. Se espera crear 2.218 empleos. De estos, 1.030 en la fase de construcción, 713 en la operación y 385 de forma extendida.
En Barcelona, el desarrollo tecnológico se refleja en la consolidación de la economía digital, la atracción de centros de excelencia y el impulso de nuevos sectores estratégicos como el audiovisual o el gaming.
El informe concluye que para que Barcelona se convierta en un destacado puerto digital en el Mediterráneo, es necesaria además la implicación de las administraciones públicas. Tanto en tareas de promoción y difusión de las infraestructuras digitales como en el desarrollo de planes estratégicos con los principales actores económicos.