Hace poco más de cuatro años, idealista/news visitó la fábrica de Rockwool, compañía especializada en la producción de lana de roca, para comprobar cómo se realiza un material que puede llegar a reducir la factura de la luz de tu vivienda hasta un 90%, según estimaciones de la propia empresa. Las instalaciones ubicadas en Caparroso (Navarra) funcionan los 365 días del año y son capaces de dar salida a 120.000 toneladas al año de este aislante.
En un pequeño pueblo de Navarra se erige una empresa de origen danés que se ha propuesto abaratar la factura de la luz a los ciudadanos, entre otros propósitos. La fábrica que Rockwool ubica en Caparroso produce 120.000 toneladas de lana de roca al año y presume de más de dos décadas de experiencia en el sector. idealista/news estuvo en la casa de esta empresa en España para comprobar como una roca basáltica (materia prima principal) se transforma en un material capaz de aislar el frío, el ruido y combatir al fuego. La fundición de la piedra es el secreto de esta receta que ayuda al inquilino de una vivienda a ahorrar en la factura de la luz
A la intemperie, pero ordenados, esperan los distintos materiales utilizados para producir la lana de roca, entre los que destaca la roca basáltica como materia prima principal. El trasiego de camiones para descargar piedras es continuo. La planta no descansa nunca y necesita abastecerse continuamente para poder alcanzar el objetivo de producción anual. Cabe destacar que el proceso de fabricación se divide en cuatro fases.
Una primera parte donde se mezclan todas las materias primas; una segunda para fundir los diferentes materiales; una tercera que es donde se conforman los filamentos y la cuarta que polimeriza los aglutinantes para generar el producto final. Pero ¿qué es en realidad la lana de roca? “Es un producto natural que proviene de la roca (basáltica) y que tras un tratamiento especial se convierte en un gran aislante”, afirma Santiago Osés, jefe de la planta ubicada Navarra. En este proceso, lo que hace Rockwool es devolver a la roca basáltica a su estado natural – la lava- para después, y en tan sólo unos segundos, volver a enfriarla a través de una “colada” continua que da como resultado lo que se denomina lana de roca.
Una receta de hora y media
Dentro de toda la cadena Osés destaca el paso donde las rocas se funden para conformar los filamentos que luego se mezclan con varios productos químicos, “porque es la parte más delicada de la fabricación”, justo antes de empaquetar el producto final. Esta ‘magia’ por la que un material tan duro como la roca basáltica se transforma en un aislante capaz de soportar grandes temperaturas sin quemarse transcurre en sólo una hora y media, según las estimaciones de la propia compañía.
Precisamente su resistencia al fuego es la mayor de las virtudes del material fabricado por Rockwool. “Nuestro punto fuerte proviene de la propia naturaleza de la roca basáltica que le otorga una gran resiliencia al fuego, que es lo que nos diferencia de otros aislamientos”, explica Osés. Aunque no es la única característica de este material. Entre ellas también destaca su gran aislamiento acústico que se puede comprobar en el showroom de la compañía y que idealista/news muestra en este vídeo.
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