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Esta espectacular casa rural es el lugar perfecto para disfrutar del paisaje del valle del Rin
Innauer-Matt Architekten

El valle alpino del Rin es un lugar de los que marcan. Allí confluyen las fronteras de Suiza, Liechtenstein, Alemania y Austria. Una zona por la que uno de los ríos más importantes, y con más historia, del continente europeo discurre para acabar desembocando en el Lago Constanza.

Y es precisamente en Austria, más en concreto en la región de Vorderland-Feldkirch, donde encontramos el pequeño pueblo de Weiler, de poco más 2.000 habitantes. Y es justo aquí el lugar escogido para que el estudio de arquitectura Innauer-Matt Architekten, un estudio especializado en el trabajo en proyectos en áreas rurales, se pusiera manos a la obra para diseñar una bonita casa en el lugar que antaño ocupaba una antigua granja.

La construcción se llevó a cabo para ofrecer una fabulosa vivienda a una familia compuesta por cuatro miembros. Y el lugar escogido, a las afueras del pueblo de Weiler, sin duda, colmó con las expectativas que se esperaban, ya que la nueva casa se ubica en un lugar perfecto para disfrutar de las maravillosas vistas del valle del Rin.

El proyecto ha recibido el nombre de Casa con tres ojos (Haus mit drei augen), y es una vivienda de dos pisos, que presenta una serie de características que le confieren un carácter muy definido. Además de las ventanas, por las cuales ha recibido ese peculiar nombre, también presenta una fachada de tejas de alerce que recuerdan a las escamas de pescado.

Su sitio era anteriormente el hogar de una granja que fue destruida como consecuencia de sucesos climatológicos adversos. Como consecuencia de las regulaciones del lugar, para poder construir en ese mismo espacio, uno de los requisitos es que la nueva construcción debía coincidir con la forma y el volumen de su predecesora.

De forma obvia, esto supuso una importante limitación para el diseño. Sin embargo, el buen hacer de este estudio perm “En la planificación, el desafío era cumplir con las restricciones al volumen del edificio determinadas por el edificio anterior. Hicimos uso completo de la ubicación del edificio y, como referencia al edificio anterior, agregamos un aguilón cruzado característico. El deseo de los propietarios de un espacio exterior privado hizo que las cosas fueran aún más complicadas”, afirmaron los arquitectos.

En su planta baja nos encontramos con un marco de hormigón que presenta un revestimiento de tableros de alerce, que en algunos lugares forman una celosía para sombrear parcialmente el acristalamiento de altura completa.

Las tejas, también de este material, cumplen con la función de cubrir las paredes superiores, incluidos los cuatro aguilones grandes, mientras que el techo está cubierto de cobre. Unos materiales que permiten dotar todo el edificio de una imagen muy natural, acorde al entorno en el que se encuentra.

Un elemento clave, tanto que es lo que da el nombre a la casa, es la existencia de los tres grandes ventanales, dispuestos con el objetivo de ofrecer vistas luminosas e impresionantes a un espacio habitable de primer piso considerable. Una particularidad es que cada una de ellas apunta a una dirección geográfica diferente, de tal forma que en función a cuál de ellas nos asomemos, se puede observar un paisaje diferente, ya sea montaña, valle o bosque. 

Esta sala se beneficia de un techo escultural, ya que se encuentra directamente debajo del techo de dos aguas. Una chimenea de piedra arenisca abierta en el centro de la habitación agrega drama, y ​​también hay un bar donde los residentes pueden preparar bebidas.

La cocina y el comedor están ubicados en la planta baja, en el espacio directamente debajo. Se abren a una terraza protegida, orientada al sur, con un banco de madera incorporado.

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