A pesar de las sanciones y las prohibiciones de importación, Rusia exportó combustibles fósiles en los primeros 100 días desde la invasión a Ucrania por un valor de 97.700 millones de dólares, unos 95.750 millones de euros, sobre todo petróleo y gas. Según los datos del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), el bloque de la UE representó el 61% de los ingresos con Alemania, Italia y Países Bajos a la cabeza, solo superados por China.
El mercado mundial de la energía ha experimentado varios impactos cíclicos en los últimos años. La disminución gradual de la inversión en petróleo y gas, seguida de los recortes de producción inducidos por la pandemia, provocó una caída en el suministro, mientras que la gente consumía más energía a medida que se reabrían las economías y los inviernos se volvían más fríos. Por tanto, la demanda de combustibles fósiles estaba aumentando incluso antes de la invasión rusa de Ucrania.
Mientras que el crudo ruso se envía en petroleros, una red de oleoductos transporta el gas ruso a Europa. De hecho, Rusia representa el 41% de todas las importaciones de gas natural a la UE, y algunos países dependen casi exclusivamente del gas ruso. De los 25.000 millones de dólares (24.500 millones de euros) exportados por gasoducto, el 85% se destinó a la UE.
China superó a Alemania como el mayor importador, con casi 2 millones de barriles de petróleo ruso, un 55% más que hace un año. De manera similar, Rusia superó a Arabia Saudí como el mayor proveedor de petróleo de China. Mientras tanto, el mayor aumento en las importaciones provino de India, que compró el 18% de todas las exportaciones de petróleo ruso en estos 100 días. Una cantidad significativa del petróleo que va a India se reexporta como productos refinados a EEUU y Europa, que están tratando de independizarse de las importaciones rusas.
Objetivo: reducir la dependencia de Rusia
En respuesta a la invasión de Ucrania, varios países han tomado medidas estrictas contra Rusia a través de sanciones a las exportaciones, incluidos los combustibles fósiles. Por ejemplo, EEUU y Suecia han prohibido toda importación de combustibles fósiles rusos. Lituania (-78%), Egipto (-69%) España y Finlandia (ambas con un -56%), le siguen. A escala global, los volúmenes mensuales de importación de combustibles fósiles de Rusia cayeron un 15% en mayo.
También, cabe señalar que varios países europeos, han rechazado el plan de pago en rublos ofrecido por Rusia, lo que ha provocado una caída de las importaciones. Los expertos confirman que continuarán las restricciones de las importaciones. La UE ha adoptado recientemente un sexto paquete de sanciones contra Rusia. “Es probable que la prohibición, que cubre el 90 % de las importaciones de petróleo de la UE desde Rusia, tenga pleno impacto después de un período de seis a ocho meses que permita la ejecución de los contratos existentes”, destacan los expertos consultados.
Si bien la UE está eliminando gradualmente el petróleo ruso, no pasará lo mismo con el gas, ya que varios países europeos dependen en gran medida del gas ruso. Un boicot en toda regla a los combustibles fósiles de Rusia también dañaría la economía europea; por lo que es más probable que la eliminación sea gradual y esté sujeta al entorno geopolítico cambiante.
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