Google vuelve a las oficinas. El gigante tecnológico ha invertido mil millones de dólares en la compra del edificio Central St. Giles, ubicado en el centro de Londres, que hasta ahora ocupaba como inquilino. El inmueble era propiedad de la empresa conjunta entre Legal&General Investment Management Real Assets y Mitsubishi Estate London Limited.
El activo se ubica en el West End de la capital británica, cerca de Covent Garden y servirá como sede de la compañía en el Reino Unido hasta que no finalicen los trabajos de construcción del edificio diseñado por Heatherwick Studios y Bjarke Ingels Group (BIG), ubicado cerca de King’s Cross, que la compañía tecnológica espera convertir en su sede definitiva en el país antes de 2024.
En los últimos meses, Google ha mantenido una posición compradora en el mercado inmobiliario estadounidense. El gigante anunció en marzo que invertiría 7.000 millones de dólares en inmobiliario, con proyectos en marcha como la ampliación de centros de datos y nuevas oficinas a lo largo del país.
La empresa tenía pensado abrir nuevas oficinas en Seattle, Houston, Misisipi y Oregón y ampliar sus centros de datos en Nebraska, Carolina del Sur, Virginia, Nevada y Texas. Además, los planes de la empresa también pasaban por aumentar su espacio en Atlanta, Nueva York y Washington DC.
La inversión de la tecnológica se repartirá entre diecinueve estados, incluyendo mil millones de dólares que se destinarán a las oficinas centrales de California. La compañía había parado sus inversiones en el sector inmobiliario con la pandemia, pero las ha retomado.
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