
WeWork ha aprobado un plan para salir de la quiebra, dejando de lado la propuesta de Adam Neumann, cofundador de la empresa. La compañía, junto con sus principales acreedores, incluido SoftBank, ha llegado a un nuevo acuerdo de reestructuración financiera para rescatarla de su situación económica. Se espera que WeWork salga del concurso de acreedores a finales de mayo, según un comunicado que informa sobre la aprobación judicial de las medidas clave para su reestructuración financiera y operativa.
Como parte del acuerdo, WeWork ha asegurado una nueva línea de financiación de 450 millones de dólares. De estos fondos, 337 millones provendrán de Yardi Systems, una empresa tecnológica aliada que se convertirá en accionista de referencia, y 112 millones serán aportados por los tenedores de bonos.
La obtención de esta financiación demuestra el respaldo al modelo de negocio de WeWork y la confianza en sus principales accionistas. A través de este plan, la compañía espera eliminar la totalidad de sus 4.000 millones de dólares de deuda pendiente.
David Tolley, consejero delegado de WeWork, expresó su agradecimiento al consejo, a los interesados financieros, al equipo directivo y a los empleados por su trabajo en la reestructuración de la empresa. Se espera que el plan sea ratificado en una vista programada para el 30 de mayo, dejando fuera la propuesta alternativa de Neumann, que nunca contó con el respaldo de la compañía ni de Softbank, su principal accionista.
WeWork, fundada en 2010 por Adam Neumann y Miguel McKelvey, enfrentó problemas financieros tras su intento fallido de salir a bolsa en 2019. SoftBank, su principal inversor, decidió rescatarla y despedir a Neumann, quien fue responsabilizado del fracaso debido a su estilo de dirección poco convencional. La compañía, que alguna vez fue valorada en 47.000 millones de dólares, tuvo pérdidas significativas en los últimos años, agravadas por la pandemia y el cambio hacia el teletrabajo.
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