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MediaMarkt ha anunciado la apertura de su nueva flagship store en Barcelona, que ocupará el histórico local de Fnac en el centro comercial El Triangle, junto a Plaça Catalunya. La compañía prevé inaugurar esta macrotienda en verano de 2026, con una inversión aproximada de 7,5 millones de euros. Con este nuevo espacio, que contará con una superficie de 6.500 m2 repartidos en tres plantas, el gigante alemán de la electrónica refuerza su apuesta por los centros urbanos y por la capital catalana como enclave estratégico.

El nuevo establecimiento será el segundo del país en adoptar el formato ‘Lighthouse’, un concepto de tienda experiencial que MediaMarkt ya ha probado en Madrid. El espacio estará organizado por boutiques de marca y zonas temáticas donde los clientes podrán interactuar con los productos, probarlos y recibir asesoramiento personalizado. El objetivo es ir más allá de la tienda tradicional para ofrecer una experiencia tecnológica completa, con presentaciones de producto, actividades especiales y servicios exclusivos.

Esta operación supone un nuevo impulso para el sector retail en el centro de Barcelona, en un momento en que se siguen recuperando los grandes ejes comerciales tras el impacto de la pandemia y los cambios en los hábitos de consumo. El local que ocupará MediaMarkt llevaba más de un año vacío tras el cierre de Fnac, y su reactivación supondrá también la creación de más de 50 empleos directos, según fuentes de la empresa.

MediaMarkt refuerza así su implantación en una ciudad donde ya tiene sede nacional, hub digital y centro global de servicios. “Barcelona combina proyección internacional, una comunidad local activa y talento tecnológico, lo que la convierte en un lugar ideal para este tipo de proyectos”, ha declarado Faruk Kocabas, director general de MediaMarkt España.

El anuncio llega en plena transformación del centro comercial El Triangle, que está renovando su mix comercial con nuevas marcas y operadores tras la salida de inquilinos históricos. La llegada de MediaMarkt no solo devolverá vida a uno de los locales más emblemáticos de la ciudad, sino que consolida el atractivo de Plaça Catalunya como uno de los grandes polos comerciales del sur de Europa.