Las 'sneakers' de Snipes pisan fuerte en Barcelona con una tienda en plena Rambla
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La cultura urbana gana terreno en el corazón de Barcelona. Snipes, la cadena alemana especializada en moda ‘streetwear’ y zapatillas deportivas, abrirá una nueva tienda en la capital catalana, y no será una cualquiera: estará ubicada en el número 120 de La Rambla, en el local que durante décadas ocuparon las míticas galerías SEPU o donde hasta hace un par de años tuvo una de sus tiendas de referencia la estadounidense Nike, tal y como han explicado a idealista/news fuentes cercanas a la operación. El espacio, que llevaba años sin un uso estable, se transformará para acoger una ‘flagship’ de la marca con una superficie de unos 1.000 m2.

La operación supone un paso estratégico para Snipes, propiedad del grupo alemán Deichmann, que refuerza su presencia en España apostando por uno de los ejes más turísticos y transitados de la ciudad. El local, que ocupa una planta baja con gran visibilidad a pie de calle, ofrecerá un espacio abierto y funcional, diseñado para generar experiencia de marca y atraer tanto a público local como visitante. Según las mismas fuentes, el local superior se está negociando actualmente con una cadena de restauración, si bien no han trascendido más detalles.

Aunque los detalles sobre la renta no se han hecho públicos, se trata de una de las zonas con precios más elevados del ‘retail’ barcelonés, donde las rentas pueden superar los 200 euros/m2 mensuales, dependiendo del tramo y visibilidad del escaparate.

La firma refuerza así su posicionamiento con tiendas propias en ubicaciones prime. En Barcelona ya contaba con presencia en el centro de la ciudad, con un establecimiento en Portaferrisa, y en centros comerciales como Glòries o Maremagnum, pero con este nuevo establecimiento se refuerza en una de las principales zonas de la ciudad. El local de La Rambla 120 llevaba años cerrado y es uno de los puntos históricos del comercio barcelonés: fue durante décadas la sede de las galerías SEPU, uno de los primeros grandes almacenes del país, cerradas en 2002.

La operación se enmarca en un contexto de recuperación del ‘retail’ físico en Barcelona, especialmente en los ejes más céntricos. Según los principales informes de mercado, el interés de marcas internacionales por implantarse en calles como Paseo de Gràcia, Portal de l’Àngel, Rambla Catalunya o Pelai ha vuelto a niveles prepandemia, y La Rambla está empezando a captar nuevamente operaciones de calado. El reciente plan de transformación urbana y la mejora del entorno han sido claves para este repunte.

El aterrizaje de Snipes coincide con otros movimientos destacados en el entorno inmediato. A escasos metros, en el número 131 de La Rambla, Fnac ha reubicado recientemente su emblemático establecimiento del Triangle. La compañía francesa de cultura y tecnología inaugurará allí un nuevo ‘flagship’ con más de 3.000 m2, en el local que antes ocupaba H&M. El traslado marca una nueva etapa para Fnac en Barcelona, tras más de tres décadas en su anterior ubicación.

Precisamente en ese local del Triangle, otro gigante del ‘retail’ prepara su desembarco: MediaMarkt. La cadena de electrónica y electrodomésticos ha anunciado la apertura de una tienda de más de 6.000 m2 en el inmueble, donde prevé crear más de 50 empleos directos y ofrecer un nuevo concepto de tienda experiencial. La inversión prevista supera los 7,5 millones de euros y está previsto que abra al público en 2026.

Barcelona vive así un momento de reactivación comercial en su centro histórico. Las rentas en zonas primen han mostrado una cierta estabilidad, aunque siguen siendo de las más elevadas del país. Portal de l’Àngel se mantiene como la calle comercial más cara de España, con valores que rondan los 3.000 euros/m2 al año, seguida de cerca por Paseo de Gràcia y Rambla Catalunya. En este contexto, el desembarco de marcas como Snipes no solo refuerza su posicionamiento estratégico, sino que también confirma que el retail físico sigue siendo clave para las firmas que buscan visibilidad, experiencia de cliente y vinculación con el espacio urbano.

La llegada de Snipes a La Rambla no es una simple apertura: es la señal de que el centro de Barcelona recupera protagonismo como escaparate de marcas globales, que vuelven a apostar por el ladrillo en las principales arterias comerciales de la ciudad.