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El gran agujero negro de la creación de empleo y su terrible impacto inmobiliario
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Este mes de enero está siendo testigo de estupendos datos de empleo. Hace pocos días se anunciaron los datos positivos del llamado ‘paro registrado’, que incluye todas las personas que están inscritas en las oficinas de SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal, el antiguo Inem).

Según esos datos, el paro bajó en 253.627 personas, “la mayor caída anual desde 1998”. La noticia era sin duda gratificante porque constataba que la economía se está recuperando después del calvario de varios años de crisis. Con ello el número de parados se sitúa en unos 4,4 millones de personas, lo que representa una caída de 5,39% en el conjunto del año. 

Dentro de unos días, el 22 de este mes, obtendremos las cifras del llamado paro EPA. A diferencia del paro SEPE que es mensual, el paro EPA es trimestral y se realiza por medio de 60.000 encuestas casa por casa. En ellas se les pregunta a las familias cuántos miembros han trabajado por lo menos dos horas en la semana anterior, y en caso de ser así, se le considera empleado.

Y aquí viene el ‘gran agujero negro’ de las cifras de empleo. La inmensa mayoría de las personas que se están incorporando al mercado de trabajo están consiguiendo contratos temporales, algunos por horas. Si nos vamos a los datos registrados, solo el 8% de los contratos en 2014 fueron indefinidos

Las preguntas que hay que hacerse, son: ¿Puede una persona con un contrato temporal fundar una familia? ¿Puede asumir una hipoteca para comprar un piso? ¿Puede renovar su casa en el caso de que ya tenga una casa? ¿Puede afrontar gastos que supongan un endeudamiento? La respuesta es no.

La dura realidad

Y esa es una de las principales amenazas al sector de la construcción e inmobiliario, que ha sido uno de los motores del crecimiento y del empleo en los últimos años. Los jóvenes que están siendo contratados viven en casa de sus padres, o viven con otros jóvenes en pisos de alquiler. ¿Comprar un piso? ¿Casarse? Una locura en esas condiciones.

La prueba del algodón es el consumo de cemento, que sigue estancado. "El consumo de cemento en España cerrará el año por debajo de los 11 millones de toneladas, una cifra similar a la obtenida en 2013”, decía un informe de Oficemen, la patronal del cemento.

Es más, las cifras acumuladas en los 11 primeros meses de 2014 son peores que en 2013: concretamente un 0,3% menos de consumo de cemento, la materia prima de la construcción.

Un contrato único

El impacto psicológico de los contratos temporales en los españoles es una de las lacras denunciadas por el economista Luis Garicano (Valladolid, 1967) en su libro ‘El dilema de España’. Este profesor de la Chicago Business School y catedrático de la London Business School afirma que los contratos temporales impiden a cualquier joven emprender la aventura familiar (comprar casa, amueblar, tener hijos…), esa misma aventura que emprendieron en el pasado otras generaciones.

La dualidad que se ha creado en España con los contratos temporales y fijos ha originado en realidad dos clases sociales: los que tienen empleo fijo y los que lo pierden constantemente.

“La contratación debe promover el contrato fijo”, ha dicho repetidamente. Garicano y otros economistas de la fundación Fedea proponen un contrato único para todos, con indemnizaciones progresivas por antigüedad, con lo cual se acabaría con esa dualidad que está dañando al mercado laboral, y sobre todo a los jóvenes. 

Los jóvenes dejarían de ser los peones que firman contratos temporales, de quita y pon, y que son los primeros en salir de la empresa cuando las cosas van mal. 

 

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4 Comentarios:

chancletero
7 Enero 2015, 12:47

Brillante articulo. En resumen, la generacion que viene (los jovenes de ahora) esta pagando los excesos de la anterior.

Walle
7 Enero 2015, 19:41

Los precios en Japón corrigieron un 75%, lo que valía 2.000.000 euros pasó a venderse por 500.000 ... pero no fue suficiente, porque las nuevas generaciones no tenían capacidad de pagar esas cantidades. Por eso llevan 25 años estancados, esperando, esperando. Parece ser que eso es lo que queremos aquí...

Manuel
10 Enero 2015, 8:48

Durante muchos años, los españoles hemos gastado más de lo que generábamos. Esta actitud ha generado una deuda insostenible. Los inversores, que nos han prestado dinero durante estos años de despilfarro y endeudamiento (la mayor parte compradores de deuda pública, ciudadanos como nosotros), quieren cobrar interesses y principal. Ha llegado el momento de pagar aquellas fiestas y alegrias. ¿Como? Produciendo más invirtiendo en actividades productivas. Un piso ... ¿Es una inversión productiva? NO. Debemos de alquilar viviendas y montar "negócios" productivos. Trabajar para desarrollar servicios nuevos y mejorar los existentes. Atraer turismo y mejorar la oferta. Vender en el extranjero....eMIGRAR. Estas son las soluciones. No es "revisando la deuda" como los analfabetos de PODEMOS vamos a mejorar nuestro crédito. La deuda HAY QUE PAGARLA TODA. Si así no lo hiciéramos perderíamos el estatus de buenos pagadores, no nos prestaria nadie y nos reclamarían la deuda todos nuestros acreedores.

Rosa
11 Enero 2015, 21:54

Lo que no incluye en las cifras de bajaa del paro son los más de 600mil emigrados, los suicidados y aquellos que ni se apuntan porque ya perdida la esperanza no les queda más que pasear por los comedores públicos, esos que dice el PP son para extranjeros y donde abundan los españoles, sin capacidad de incorporarse al sistema

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