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Las ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual siguen bajando con fuerza. En el tercer trimestre se contabilizaron cerca de 1.600 casos, casi la mitad que entre abril y junio y un 59,8% menos interanual, según el INE. Andalucía acaparó una de cada tres ejecuciones iniciadas sobre un hogar de una persona física, seguida de la Comunidad Valenciana y Cataluña

Las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas iniciadas en el registro de la propiedad entre junio y septiembre volvieron a marcar una caída generalizada del 41,1% hasta los 4.676 casos, que incluyen viviendas de personas físicas y jurídicas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

De ellas, el 17,5% del total de las ejecuciones hipotecarias son viviendas habituales de personas físicas (1.584), el 28,9% corresponde a viviendas de personas jurídicas (2.605) y el 5,4% a otras viviendas de personas físicas (487).

Un dato, que se pese a seguir disminuyendo desde los máximos alcanzados en 2012 y 2013, siempre tiene detrás el dilema de una persona o una familia. Si se toma como referencia el total de viviendas familiares existentes en España, unos 18,5 millones de en el tercer trimestre, se inició una ejecución hipotecaria sobre el 0,01% del parque de viviendas.

Las consecuencias del boom inmobiliario y el posterior estallido de la burbuja siguen trayendo consecuencias. El 59,5% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas este trimestre corresponden al periodo 2005-2008,

La ejecución sobre la vivienda habitual de una persona física registró unas de sus mayores caídas anuales, con un 59,8% menos que en el mismo trimestre de 2016.

Por regiones, Andalucía (1.425), Comunitat Valenciana (915) y Cataluña (677) coparon más de la mitad de las ejecuciones sobre el hogar de una persona física, ya sea habitual o segunda residencia.

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