
Artículo escrito por Sandra Barañano, directora técnica de Cuida Tu Casa
Pensar en una vivienda accesible va más allá de adaptarla a una persona con discapacidad visual o movilidad reducida. Significa tener un espacio cómodo, funcional y confortable para todos los miembros de la familia y las posibles visitas que recibamos.
A la hora de planificar la reforma del baño es importante conocer algunas claves sobre accesibilidad y seguridad, procurando basar nuestra reforma en esos criterios para prevenir así que haya que realizar obras futuras a causa de las nuevas necesidades en el hogar que puedan estar asociadas a mayores en la familia o visitas de personas con movilidad reducida.
Ahora bien, ¿cómo puede mejorarse la accesibilidad al reformar un baño? La primera medida que debemos tener en cuenta será dejar un espacio libre de obstáculos de 150 centímetros de diámetro, teniendo en cuenta los aparatos sanitarios, mobiliario y el abatimiento de las puertas. Esto permitirá el giro a una persona en silla de ruedas.
En caso de que esta obra no se pudiese realizar, podemos eliminar el bidé para conseguir mayor espacio e incorporar una ducha higiénica junto al inodoro, o un inodoro con ducha incorporada.
El lavabo debe estar a 85 cm y con un espacio libre inferior de al menos 70 cm de altura y 50 cm de profundidad. Esta medida permitirá el acercamiento en sillas de ruedas. Con respecto a accesorios como toalleros y jaboneras, deberán estar a una altura máxima de 120 cm desde el suelo. Por su parte, el espejo del baño debe estar situado a 100 cm desde el suelo y con un ángulo de inclinación de 10 cm con respecto a la vertical. Así, el reflejo es adecuado cuando la posición del usuario es más baja.
La ducha puede resultar una operación de gran dificultad y riesgo y, por tanto, lo ideal es crear una entrada con acceso lateral de 80 cm y ubicar un asiento en el interior al que se pueda acceder con facilidad desde la silla. Por último, el inodoro debe contar con un espacio lateral de anchura mínima igual a 80 cm y la altura del asiento tiene que estar comprendida entre 45 y 50 cm.
Además de estas medidas básicas, otras ideas para incrementar aún más la confortabilidad de nuestro baño podrían ser las siguientes: colocar barras de apoyo, una ducha a ras del suelo, pavimentos de clase 2 o puertas con una abertura hacia el exterior desbloqueables desde fuera…
En definitiva, una adecuada accesibilidad en el hogar pasa, indiscutiblemente, por tener un baño accesible y adaptado a las necesidades de todos y cada uno de los miembros de la familia.
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