
Los castillos han formado parte de la historia de la Humanidad desde, prácticamente, sus inicios. La necesidad de defenderse de otras tribus, de otros pueblos y de otras sociedades, han llevado al ser humano a construir estas estructuras defensivas. En la actualidad, estos castillos forman parte de la esencia de muchos países y todos ellos son uno de los principales reclamos turísticos de pueblos y ciudades. Por eso, no es de extrañar que lo contemporáneo, de alguna u otra forma, sigue buscando inpsiración en ellos, eso sí, a sabiendas que no tiene sentido crear un castillo para defenderse del invasor. En este punto es donde entra en escena la Casa de Tec, una casa cilíndrica situada en México.

La doble condición de los castillos está en Monterrey
La Casa del Tec se enclava en San Pedro Garza García, una ciudad situada en el área metropolitana de Monterrey, en el estado mexicano de Nuevo León. Fue diseñada por el estudio chileno Elemental a raíz de un sorteo financiado por el Instituto Tecnológico de Monterrey y finalizada en 2022.
Para su diseño, el estudio se fijó en la llamada “doble condición de los castillos”; es decir, la protección del interior con una gran presencia exterior. El estudio Elemental expuso esta doble condición de la siguiente manera: “son fortalezas volcadas hacia dentro, protegiendo algo interior que no podemos ver y, simultáneamente, son una presencia fuerte, monumental y abstracta en el mundo”.

Una vivienda cerrada pero conectada
El edificio muestra una estructura robusta hacia el exterior, con algunas ventanas que permiten abrir el interior a su entorno. No obstante, su forma cilíndrica está concebida para suavizar la conexión entre el espacio privado y público. La Casa de Tec se eleva en un solar de planta triangular, con lo que su base cilíndrica proporciona una orientación equitativa en todas las direcciones.

La entrada se sitúa en el segundo nivel. En ella se encuentran dos dormitorios, los cuales cuentan con sendas terrazas, una sala de estar y un extenso garaje para cuatro coches. El acceso al primer nivel se realiza por el interior, a través de una elegante escalera de madera, o por el exterior, mediante una rampa de hormigón.

Esta planta baja se encuentra parcialmente subterránea a la vez que totalmente acristalada, lo que crea un espacio luminoso y ligero como base de la robusta estructura de hormigón. En ella se sitúa la cocina y el comedor, los cuales se abren a un patio ajardinado con piscina y zona de barbacoa. En la planta superior se emplaza el dormitorio principal, que dispone de cuarto de baño, vestidor y una amplia terraza. Desde ella se contemplan las montañas de alrededor a través de un pretil que cuenta con un arco invertido.

Todos los niveles se encuentran conectados entre sí mediante un vacío central acristalado, situado junto a la escalera, que da continuidad y entrada de luz a cada una de las estancias. Este vacío central permite, con una sola mirada, “cubrir toda la altura de la casa, desde la planta baja hasta el cielo abierto”.
La Casa de Tec cuenta con escasas ventanas hacia el exterior, pero muy predominantes. Estas ventanas arqueadas, de gran tamaño, son una clara evocación a los castillos medievales, debido a su tratamiento abocinado. Este abocinamiento, sin una evidente función defensiva, permite revelar la profundidad del muro de hormigón nervado, cuyo grosor permite crear una climatización fundamental a la vivienda.

El interior está diseñado por el estudio Línea Vertical el cual eligió la piedra, el mármol y la madera de cuéramo como elementos primordiales. Las paredes y los suelos emplean tonos de color gris oscuro con el fin de resaltar las telas y pieles rojas y el verde de las plantas. Asimismo, los espacios se encuentran complementados con litografías y esculturas de artistas mexicanos.


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