Las formas angulosas son un aspecto destacado en la arquitectura moderna, puesto que que desafían la rigidez de las construcciones tradicionales. Asimismo, es una manera de confrontar las formas orgánicas de la naturaleza, creando un diálogo entre lo natural y lo construido. De la misma manera, este diálogo se refuerza a través del color elegido para las fachadas. Así, por ejemplo, el negro es una opción audaz y elegante, capaz de integrar las construcciones con el entorno natural. Un ejemplo que cumple ambas directrices, de formas ángulos y tonalidades oscuras es la Tallowwood Cabin, una casa ubicada en Queensland, Australia.
Integración entre la naturaleza
El estudio australiano Fouché Architects es el artífice del proyecto Tallowwood Cabin, una casa de formas angulares y fachada negra situada en un claro dentro de una densa área boscosa en Tallebudgera, Queensland. Este diseño fue concebido para el padre de la pareja propietaria del terreno, y el objetivo principal ha sido integrar la edificación en el entorno natural con el menor impacto posible.
La cabaña presenta una estructura geométrica y está coronada por un tejado a dos aguas. Para reducir el impacto en la parcela inclinada, la casa se eleva sobre un zócalo de hormigón, permitiendo que la fauna local pueda transitar sin obstáculos bajo la edificación. Según el estudio, "el proyecto se basó en tres principios: intentar no alterar demasiado el lugar, crear un edificio funcional que respondiera a las intensas limitaciones del emplazamiento y convertirlo en un objeto abstracto que desapareciera en el paisaje".
El exterior de la cabaña está revestido en un color negro que ayuda a que la estructura se mimetice con el denso matorral australiano. Así, el diseño se concibió para "hacer desaparecer el edificio en el matorral", y se decidió por el color negro ya que la construcción no recibe mucha luz solar directa, lo que permitió elegir una tonalidad que no incrementara la ganancia de calor.
Inicialmente, se tenía la intención de utilizar madera tratada con la técnica Shou Sugi Ban. Sin embargo, debido a las normativas locales contra incendios, optaron por una fachada de placas de cemento ligero teñidas de negro. El estudio señaló que "la opción de teñir la fachada dio un resultado encantador y un tanto inesperado, con una textura ligeramente irregular que refleja la vegetación circundante en días soleados".
Minimizando el impacto
La Tallowwood Cabin no solo destaca por su exterior, sino también por su distribución funcional y su conexión con el paisaje. La casa está elevada sobre una base de hormigón que no solo minimiza su impacto sobre el terreno inclinado, sino que también sirve como aparcamiento cubierto y área de servicios. El acceso principal a la vivienda se realiza a través de una rampa de hormigón que se encuentra protegida por muros de listones de madera, proporcionando una entrada acogedora y discreta.
El interior de la cabaña sigue un diseño sencillo y eficiente. Al cruzar la puerta principal, se encuentra una cocina donde destaca una larga isla de bloques de hormigón con una encimera de madera. En este espacio también se encuentra una chimenea empotrada, acompañada por un banco revestido de azulejos rojos, que marca la transición hacia el salón. El salón y la cocina están conectados para formar un espacio diáfano, con un sofá esquinero construido sobre una base de madera aglomerada. Desde el salón, se accede a una terraza que se extiende a lo largo de la vivienda, sostenida por pilotes que permiten que "cuelgue" sobre el terreno inclinado, ofreciendo impresionantes vistas al bosque circundante.
La disposición de los espacios prioriza las vistas y la interacción con el entorno. "La planta angular es una respuesta directa al contexto del emplazamiento, sobre todo en lo que respecta al acceso y la evitación de las copas de los árboles circundantes", explica el estudio. Este diseño permite que los árboles existentes no se vean afectados por la construcción. El ala de los dormitorios está separada del resto de la casa por paredes anguladas que siguen la forma del terreno. Esta área cuenta con dos dormitorios dobles, ambos revestidos con madera aglomerada y con amplias vistas hacia el bosque. Además, la casa cuenta con un pequeño cuarto de baño revestido en azulejos verdes, que se ilumina gracias a una pared acristalada que conecta con el exterior.