Barcelona inicia su ‘Pla viure’: construir 15.000 viviendas sociales para 2030
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El Ayuntamiento de Barcelona ha marcado un ambicioso objetivo para los próximos años: construir 15.000 viviendas públicas antes de 2030, con el fin de incrementar el parque de vivienda social y acercarse al estándar europeo del 15% de vivienda asequible. Este propósito se enmarca dentro de un plan integral que busca garantizar el acceso a una vivienda digna para todos los ciudadanos, especialmente aquellos con mayores dificultades económicas.

En 2023, la ciudad ha alcanzado un nuevo récord en la construcción de vivienda pública. Según el Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación de Barcelona (IMHAB), se han iniciado las obras de 2.300 viviendas, elevando a 3.700 el número total de viviendas en construcción en estos momentos. Este ritmo, sin precedentes en la historia reciente de la ciudad, refleja la prioridad del consistorio por abordar una de las principales problemáticas sociales.

Actualmente, Barcelona cuenta con uno de los porcentajes más bajos de vivienda pública en Europa, con apenas un 1,5% del total del parque residencial, lejos del 15% que tienen ciudades como Viena o Ámsterdam. Para revertir esta situación, el Ayuntamiento ha diseñado una estrategia que incluye no solo la construcción de nuevas promociones en barrios como Glòries, Bon Pastor y Trinitat, sino también la colaboración con el sector privado para aumentar la oferta a través de convenios público-privados y fórmulas como la cesión de uso.

El plan también pone el foco en garantizar que las viviendas lleguen a los colectivos más vulnerables. Jóvenes, mayores y familias monoparentales son algunos de los perfiles prioritarios para la adjudicación de viviendas sociales, con el objetivo de fomentar barrios más cohesionados y equilibrados.

El Ayuntamiento reconoce que el reto es significativo. Además de la construcción, será necesario seguir trabajando en la regulación del mercado para movilizar viviendas vacías e impedir el uso turístico ilegal, medidas que complementan el esfuerzo por aumentar la oferta pública.

Con el objetivo de 15.000 viviendas para 2030, Barcelona pretende consolidarse como una referencia en políticas habitacionales inclusivas, buscando garantizar el derecho a la vivienda y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Sin embargo, el desafío sigue siendo lograr que esta transformación alcance el ritmo necesario para responder a la creciente demanda en una ciudad que, pese a sus avances, sigue enfrentándose a una crisis habitacional.