Inmediatez, negociación, conocimiento. Recopilamos los testimonios de tres compradores que lograron comprar viviendas por debajo del precio de mercado
Compradores que encontraron su hogar ideal a un precio reducido
idealista

En el mercado inmobiliario español, encontrar el hogar ideal a un precio asumible puede resultar, a priori, una cuestión imposible o sumamente complicada. Sin embargo, hay muchos compradores que debido a contar con una buena estrategia o por estar en el momento adecuado han logrado encontrar la casa de sus sueños a un precio reducido. En este artículo, recopilamos las historias de éxito de varias personas.

Carolina Moreno: estar en el momento adecuado

En plena pandemia del coronavirus, Carolina, una profesional del marketing digital y la publicidad residente en Marbella, tuvo que dejar el alquiler en el que vivía y ponerse a buscar otra casa. Con pareja, perro y gato, no lo tenía fácil. Una propiedad que, por un lado, admitiera mascotas y que, por otro, tuviera la suficiente superficie para vivir con un mínimo de comodidad se le iba de precio.

“Pagaba unos 600 euros de alquiler por una casa de dos dormitorios, dos baños y terraza hasta que se terminó el contrato. Cuando quise buscar una casa similar no bajaba de 1.100 a 1.200 euros. No sabía qué hacer”, comenta a idealista/news Carolina Moreno.

Fue en ese momento cuando pensó en la posibilidad de comprar una vivienda. Encontró una casa de unos 80 m2, dos dormitorios, un baño y jardín en Estepona, algo alejada de su lugar de trabajo, pero con las características que deseaba a un precio muy atractivo: 165.000 euros. 

Gracias a la ayuda de sus padres, logró reunir el 20% necesario para la obtención de la hipoteca, además de que se acogió a todas las ayudas que existían en Andalucía para la compra de primera vivienda para jóvenes. Gracias a disponer del capital, incluso pudo reducir el precio haciendo una oferta en firme: comprarla inmediatamente si le hacían un descuento. Lo consiguió. La vivienda la compró finalmente por 147.000 euros.

“No me lo creía. Vi casas en esa misma urbanización en peor estado que se vendían más caras. Esta estaba para entrar a vivir. No hacía falta ni reforma”, narra Carolina. “Actualmente, cuatro años después de la compra, las viviendas de la urbanización en venta no bajan de 220.000 euros. Creo que tuve mucha suerte”.

Carolina paga actualmente de hipoteca, que contrató a tipo fijo, 537 euros por la casa. En la urbanización en la que se ubica, se alquilan inmuebles similares por 1.200/1.500 euros.

Cómo Alfredo López triplicó la inversión

La siguiente historia de éxito pertenece al sector de lujo. Alfredo López, cirujano en pleno apogeo de su carrera, buscaba una casa más grande para su familia y también como inversión.

“Uno de los productos de inversión que más rentabilidad da a largo plazo es la vivienda. Mientras vives en tu casa, esta se va revalorizando, lo que puede ser de gran ayuda en un momento dado de tu vida, por ejemplo, en la jubilación”, comenta.

Asiduo a visitar inmuebles en idealista en busca de oportunidades, encontró una casa con un precio que consideró increíble. Se trataba de una villa en una de las zonas más caras de Madrid, con una parcela de 1.000 m2, 360 m2 construidos distribuidos en dos viviendas (casa principal de dos plantas y casa de invitados), un enorme jardín arbolado y piscina. El precio: 1,1 millones de euros.

“Necesitaba una reforma integral, ya que la decoración era decimonónica y, además, había que arreglar unas cuantas cosas. Pero en cuanto vi la casa, advertí el enorme potencial que poseía”, recuerda Alfredo. “Para mi, el precio estaba muy por debajo de la realidad. En la misma zona, se vendían casas similares, en cuanto a superficie y estado, por dos millones o dos millones y medio”.

La vivienda se ubica en una zona de gran belleza natural en la que ya no hay casi parcelas para construir más, lo que hace creer a Alfredo que durante los próximos años la propiedad se seguirá revalorizando.

“La reforma integral tardó casi un año en completarse al completo, aunque pudimos vivir en la casa porque los trabajos se ejecutaron por secciones, y costó unos 300.000 euros. Es una cantidad importante, pero fue un acierto. Me han llegado a ofrecer 3 millones y medio de euros por ella. La última oferta que recibí fue hace unas dos semanas. Pero no quiero mudarme, vivo en la casa de mis sueños”, concluye.

A. García: la historia de un chollo

Una de las historias de éxito más recientes de compradores que encontraron su hogar ideal a precio reducido es la de A. García, quien ha preferido mantener su identidad en el anonimato, motivado, en gran parte, por el poco tiempo transcurrido desde la operación. 

“Cada vez que me levanto en mi nueva casa, no me lo puedo creer”, comienza la entrevista. “En cuanto hice una visita al inmueble, le dije a mi pareja que pusiera cara de póker frente al agente inmobiliario que trabajaba con la parte propietaria”.

Con la boda a pocos meses y perspectivas de formar una familia, A. García y su futura mujer buscaban un hogar más grande. Debido al trabajo de ambos, decidieron contratar los servicios de un agente inmobiliario para que les ayudase a encontrar casa. Dicho y hecho.

El agente les mostró una propiedad en Nagüeles-Milla de Oro, una de las zonas residenciales más cotizadas de Marbella y el distrito con el precio medio más elevado, que superó con creces sus expectativas. Se trataba de un adosado de unos 300 m2, con varias terrazas, sótano y parking en una urbanización cerrada por 650.000 euros. 

El precio medio de Nagüeles-Milla de Oro, según el último informe de idealista, es de 6.342 €/m2. Es decir, que si se aplica el precio exacto sobre los 300 m2 de la propiedad, el inmueble debería costar 1.902.600 euros. 

“En la urbanización hay alguna casa que se vende por un millón, otras por más de 850.000 euros y alguna roza los 700.000 euros”, explica A. García. “Gracias a nuestro agente inmobiliario pudimos incluso bajar el precio. Pedían 650.000 euros, pero terminamos comprando la casa por 575.000. Antes de firmar las escrituras, fuimos a visitar la vivienda en varias ocasiones, ya que pensábamos que había gato encerrado”.

A. García sonríe antes de añadir: “Pero llevamos viviendo un par de meses en ella y cada día somos más felices. Tuvimos que arreglar algunas cosas, pero nada fuera de lo común en un cambio de vivienda. Lo único que tememos es a Hacienda, puesto que fue tasada por encima del precio de compra escriturado”, concluye.