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Joanbanjo, CC BY-SA 4.0 Wikimedia commons

Telefónica sigue avanzando en la reconversión de sus activos inmobiliarios. La compañía ha iniciado los trámites para transformar el uso de cuatro inmuebles de su propiedad en Valencia con el objetivo de destinarlos a uso residencial. La iniciativa, que ya ha sido presentada al Ayuntamiento, contempla la construcción de más de 150 viviendas y supondrá una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para permitir el cambio de calificación del suelo, actualmente clasificado como dotacional, a uso residencial.

Los edificios se encuentran en distintas zonas de la ciudad: en la avenida del Puerto, junto a la Alameda, donde está prevista la creación de 56 viviendas en un edificio de siete plantas; en la avenida Primado Reig, en el entorno de Mestalla, donde se proyectan 45 viviendas en un inmueble de nueve alturas; en la calle Conserva del barrio de Algirós, con 16 viviendas en una finca de cuatro plantas; y en la calle Beato Juan Grande, en el Cabanyal, donde se habilitarán 40 unidades en un edificio de cinco plantas. En conjunto, se estima que estas actuaciones permitirán acoger a más de 300 nuevos residentes.

La operación se enmarca en la estrategia de Telefónica para optimizar su patrimonio inmobiliario, adaptándolo al contexto actual, en el que los avances tecnológicos han reducido la necesidad de grandes infraestructuras físicas para la prestación de servicios de telecomunicaciones. La transformación de estos espacios no solo permitirá dar una segunda vida a edificios infrautilizados, sino también contribuir a paliar, en parte, la creciente demanda de vivienda en la ciudad.

Además de las viviendas, Telefónica planea incluir locales comerciales en las plantas bajas de los edificios situados en la Alameda y Mestalla, con el objetivo de dinamizar el entorno urbano. En el caso de Algirós y Cabanyal, los bajos se destinarán a uso residencial, en coherencia con la morfología y el tejido urbano de estos barrios.

Como parte del proceso urbanístico, Telefónica deberá abonar aproximadamente tres millones de euros al consistorio en concepto de cargas urbanísticas derivadas del cambio de uso. Este importe se destinará, previsiblemente, a financiar mejoras urbanas o dotaciones públicas en la ciudad.

El Ayuntamiento ya ha dado el primer paso en la tramitación del expediente, que ahora deberá superar los procedimientos habituales de evaluación técnica, exposición pública y aprobación definitiva por parte del pleno municipal. Si todo avanza según lo previsto, la transformación podría ejecutarse en los próximos años, sumándose a otras operaciones similares que buscan aumentar la oferta residencial mediante la reconversión de activos existentes.

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