En el oeste de la provincia de Burgos, a pocos kilómetros de la capital burgalesa, se encuentra Castrojeriz, una villa monumental cargada de historia, tradición y vida.
Con su característica 'calle larga' que sigue el trazado del Camino de Santiago, Castrojeriz enamora a quienes la visitan por primera vez y se está convirtiendo en el refugio ideal para quienes buscan empezar de nuevo, rodeados de paz, naturaleza y autenticidad.
Hoy nos vamos a vivir a Castrojeriz, donde además conoceremos la historia de JJ, un chef que, a pesar de perder la vista, ha sabido transformar un revés vital en un exitoso proyecto rural.
Un paseo por la historia de Castrojeriz
Hablar de Castrojeriz es hablar de uno de los enclaves más importantes del Camino de Santiago a su paso por Castilla y León. Su origen se remonta a la época romana, y a lo largo de los siglos ha sido punto estratégico por su ubicación y su papel hospitalario con los peregrinos.

Su urbanismo alargado sigue fielmente el trazado del Camino, lo que convierte al paseo por el pueblo en una experiencia lineal, pausada y llena de encanto. Algunos de los monumentos más destacados de Castrojeriz son los siguientes:
- El Castillo de Castrojeriz, en lo alto de un cerro, ofrece vistas espectaculares de Tierra de Campos y recuerda el pasado defensivo de la villa.
- La Colegiata de Nuestra Señora del Manzano, con su museo de arte sacro, es uno de los templos más visitados del entorno.
- El antiguo Monasterio de San Antón, a las afueras del casco urbano, forma parte de la iconografía más reconocible del Camino de Santiago.
JJ, el chef que volvió a casa y reinventó su vida
Juan José, conocido por todos como JJ, es un chef de 70 años que un día decidió que era momento de empezar de nuevo. Tras haber trabajado en cocinas de prestigio en distintas partes del mundo, su vida dio un giro radical cuando perdió la vista a los 45 años por una enfermedad degenerativa llamada retinitis pigmentosa.
Lejos de rendirse, JJ regresó a su tierra natal y apostó por lo que mejor sabía hacer: crear experiencias a través de la cocina. Así nació 'El Rincón del Chef', una casa rural que hoy da alojamiento a peregrinos y viajeros, y donde él mismo, sin ver, sigue cocinando con precisión y pasión, tal y como cuenta en Vente a vivir a un pueblo.
'El Rincón del Chef' no es solo un negocio. Es el símbolo de cómo la vida rural también puede ser un motor de reinvención personal y profesional. JJ ofrece menús con productos locales, organiza encuentros culturales y ha convertido su historia en inspiración para otros emprendedores. "Aquí encontré la calma, la comunidad y el sentido que necesitaba", cuenta.
Una oportunidad para emprender en el mundo rural
La historia de JJ pone sobre la mesa una realidad cada vez más evidente: los pueblos no están vacíos de oportunidades, sino de personas dispuestas a descubrirlas. En lugares como Castrojeriz, donde el flujo de peregrinos supera los 45.000 al año, los proyectos turísticos, gastronómicos y de alojamiento tienen un enorme potencial.
Además, el coste de vida es mucho más bajo que en las grandes ciudades. La vivienda es asequible, el entorno es saludable y la comunidad es acogedora. "Aquí el dinero rinde, pero lo que más vale es el tiempo y la calidad de vida", dice JJ, que asegura que Castrojeriz le ha devuelto más de lo que él esperaba.

Así es Castrojeriz: vivir bien sin renunciar a nada
Con una población de 800 habitantes, Castrojeriz ofrece opciones habitacionales asequibles y con encanto. Gracias a su bajo coste de vida, es posible encontrar viviendas que se ajustan a distintos presupuestos y necesidades.
Actualmente, el mercado inmobiliario de Castrojeriz cuenta con casas de pueblo tradicionales, muchas de ellas con estructuras de piedra y madera, patios interiores e incluso huertos. También existen oportunidades de inversión en propiedades para rehabilitar, ideales para quienes desean emprender un proyecto turístico o artístico.
La localidad dispone de servicios como centro médico, farmacia, colegio, supermercado, oficina de Correos, bares y piscina municipal. También existe un polideportivo, pistas de pádel y un campo de fútbol de césped.
Además, su ubicación estratégica en el Camino de Santiago asegura un flujo constante de visitantes y posibles ingresos. Se encuentra a menos de 50 kilómetros de Burgos y Palencia, y a 80 kilómetros de Valladolid.
En cuanto al transporte público, el pueblo cuenta con una estación de autobús que comunica con pueblos cercanos además de Burgos y Palencia. En la primera, a solo 49 kilómetros, encontrarás estación de tren o aeropuerto.

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