Pamplona, la capital de Navarra, ofrece opciones ideales para visitar en sus alrededores, como Artajona o la Selva de Irati
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Pamplona
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Marta Gómez
Marta Gómez (Colaborador de idealista news)

Pamplona, la capital de Navarra, es una ciudad rica en historia y cultura. Sus alrededores ofrecen una variedad de paisajes naturales, pueblos con encanto y monumentos históricos que merecen ser explorados. 

Desde frondosos bosques hasta desiertos, la región navarra es un destino ideal para los amantes de la naturaleza, la historia y la gastronomía. La riqueza y diversidad de sus paisajes son perfectos para aprovechar tu escapada a la capital y conocer su entorno.

Artajona, uno de los pueblos que ver alrededor de Pamplona

Artajona
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Artajona es un encantador pueblo medieval conocido por su cerco amurallado y su iglesia fortificada. A solo 32 km de Pamplona, ofrece un viaje al pasado con sus calles empedradas, casas de piedra y su impresionante muralla que data de los siglos XI y XII. Cada rincón te permitirá descubrir historias de la Edad Media.

Además, el pueblo conserva un ambiente muy auténtico, con bares y restaurantes que ofrecen platos típicos de la cocina navarra. Artajona también acoge eventos culturales a lo largo del año, como mercados medievales y recreaciones históricas, lo que aporta aún más vida y color a la visita.

Palacio Real de Olite, residencia de los reyes navarros

Olite
Castillo Real de Olite / Jorab, CC BY-SA 4.0 Wikimedia commons

El Palacio Real de Olite es una joya arquitectónica que fue residencia de los reyes navarros en la Edad Media. A solo 43 km de Pamplona se puede visitar este castillo con sus torres, patios interiores y jardines colgantes.

Recorrer sus estancias es una parada obligada si decides visitar el municipio, que mantiene su ambiente medieval. Además, el pueblo de Olite completa la visita con calles adoquinadas y bodegas.

Elizondo, uno de los pueblos cercanos a Pamplona

Valle de Baztán
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Elizondo es el corazón del Valle del Baztán, una zona de paisajes verdes, tradiciones arraigadas y leyendas misteriosas. A 52 km de Pamplona, ofrece al visitante su arquitectura tradicional, con casas de piedra, balcones de madera y puentes sobre el río Bidasoa.

El valle, inmortalizado por la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo, ofrece además rutas de senderismo, visitas a cuevas como la de Zugarramurdi y una gastronomía basada en productos locales que merece la pena descubrir.

Castillo de Javier, lugar de nacimiento del patrón de Navarra

Castillo de Javier
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El Castillo de Javier es una fortaleza medieval y lugar de nacimiento de San Francisco Javier, patrón de Navarra. Situado a 53 km de Pamplona, el castillo mantiene una arquitectura impresionante que refleja la historia y la devoción religiosa de la región.

Cada marzo se celebra la Javierada, una peregrinación que reúne a miles de personas en su camino hacia el castillo. La visita a Javier también incluye un museo donde se pueden contemplar reliquias históricas y arte sacro en un entorno que emana espiritualidad y respeto por la tradición.

El Monasterio de Leyre y el Embalse de Yesa

Embalse de Yesa
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El Monasterio de Leyre es uno de los conjuntos monásticos más importantes de Navarra, situado en un entorno de gran belleza natural junto al embalse de Yesa. A 54 km de Pamplona, destaca por su cripta románica, su iglesia y su legado histórico ligado a los primeros reyes de Navarra.

El embalse de Yesa, conocido como el mar de los Pirineos, ofrece también numerosas actividades al aire libre, como senderismo y deportes acuáticos. Además, a su alrededor podrás encontrar 10 pueblos abandonados que merece la pena conocer.

Mirador de Zamariain, una de las excursiones cerca de Pamplona

Mirador de Zamariain
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El Mirador de Zamariain ofrece una de las vistas más impresionantes de todo Navarra. A 65 km de Pamplona, el acceso al mirador implica una ruta de senderismo de dificultad moderada que atraviesa bosques y campos abiertos.

Desde lo alto, se domina el Valle de Aezkoa y parte de la Selva de Irati, ofreciendo una panorámica que recompensa con creces el esfuerzo de la subida. En días despejados, el horizonte te permitirá observar la mayor parte de Navarra, pero deberás tener en cuenta el grado de dificultad de su subida antes de comenzar el trayecto.

Nacedero del Urederra, en plena Sierra de Urbasa

Urederra
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El Nacedero del Urederra es una espectacular surgencia de aguas turquesas en la Sierra de Urbasa. A 68 km de Pamplona, es uno de los enclaves naturales más mágicos de Navarra, con un recorrido sencillo y perfectamente acondicionado que permite a cualquier visitante disfrutar de su belleza.

El sendero transcurre entre bosques de hayas y cascadas, creando una atmósfera de cuento de hadas. Es recomendable reservar con antelación la visita debido a las restricciones de acceso pensadas para conservar el entorno. Sin duda, un paraíso natural que merece ser conocido.

Bárdenas Reales de Navarra, desierto en estado puro

Bárdenas Reales
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Las Bárdenas Reales son un paraje semidesértico declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. A 75 km de Pamplona, este paisaje único ofrece impresionantes formaciones rocosas, cañones y mesetas que parecen de otro mundo. La sensación de recorrer este territorio árido y salvaje es completamente inolvidable.

El parque natural cuenta con diversas rutas señalizadas que se pueden recorrer a pie, en bicicleta o en coche. Además, el clima extremo y los vientos han moldeado figuras especialmente curiosas en la roca, como el famoso cabezo de Castildetierra, uno de los iconos más fotografiados de la región.

Selva de Irati, un destino en los alrededores de Pamplona

Selva de Irati
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La Selva de Irati, a unos 90 km de Pamplona, es el segundo hayedo-abetal más grande de Europa, un paraíso natural que ofrece rutas de senderismo adaptadas a todos los niveles de dificultad entre árboles y ríos. Este inmenso bosque es ideal para una escapada de un día en plena naturaleza, sobre todo gracias a su biodiversidad. Dependiendo de la estación del año en la que decidas visitarlo podrás observar diferentes colores entre su flora.

También es un lugar perfecto para la observación de fauna salvaje como corzos, jabalíes y aves rapaces. Como ya hemos mencionado, cuenta con múltiples rutas de diferentes niveles de dificultad, lo que lo convierte en un destino accesible para todos los públicos. 

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