
España cuenta con pueblos que, tras quedar deshabitados, se han convertido en auténticos testigos del pasado.
Algunos fueron abandonados debido a guerras, desastres naturales o cambios económicos, mientras que otros simplemente quedaron olvidados cuando sus habitantes buscaron nuevas oportunidades en ciudades más grandes. Sin embargo, estos lugares guardan una belleza nostálgica y un gran valor histórico, ¿quieres saber cuáles son los 10 pueblos abandonados más conocidos del país?
- Belchite, un pueblo de Zaragoza afectado por la Guerra Civil
- Caudilla, el pueblo de Toledo que sufrió el éxodo rural
- El Alamín, un efímero pueblo madrileño
- Granadilla, escenario de la película ¡Átame!
- Turruncún, cubierto por la vegetación en plena Rioja
- Escó, el pueblo oscense detenido en el tiempo
- Ochate, el pueblo maldito en el Condado de Treviño
- Poble Vell de Corbera d'Ebre, escenario de la Batalla del Ebro
- Ruesta, la parada del Camino de Santiago con más historia
- Os Teixois, un pueblo semiabandonado
Belchite, un pueblo de Zaragoza afectado por la Guerra Civil

El pueblo viejo de Belchite, en Zaragoza, es quizá uno de los pueblos abandonados más famosos de España. Fue devastado durante la Guerra Civil Española, especialmente en la Batalla de Belchite en 1937, y quedó como un símbolo del horror de la guerra. Sus ruinas permanecen como un monumento histórico, con calles desiertas y edificios derruidos que conservan la atmósfera de aquella época.
Todo ello ha convertido a Belchite en un destino turístico muy popular, ya que es un testimonio de la memoria histórica, así como un lugar perfecto para que las generaciones actuales revivan este oscuro momento de la historia de España.
Caudilla, el pueblo de Toledo que sufrió el éxodo rural

En Caudilla, un pequeño pueblo de Toledo, las ruinas de su castillo medieval y de la iglesia parroquial son lo que más llama la atención. Este lugar fue abandonado a mediados del siglo XX debido a la migración de sus habitantes hacia ciudades cercanas en busca de mejores condiciones de vida.
A pesar de su estado de abandono, Caudilla ofrece un paisaje fascinante. Sus ruinas, rodeadas de campos, son un recordatorio del paso del tiempo y de la historia rural de España.
El Alamín, un efímero pueblo madrileño

Situado a las afueras de Madrid, El Alamín fue construido como un pueblo modelo en los años 50 por el Marqués de Comillas. Sin embargo, con el paso del tiempo y la falta de recursos, el lugar quedó deshabitado en poco tiempo. Hoy en día, sus casas y edificios vacíos son un destino popular para los amantes de los lugares abandonados y fotógrafos.
A pesar de su estado, este pueblo sigue siendo un lugar lleno de encanto, donde se puede pasear por sus calles y descubrir los restos de su breve historia.
Granadilla, escenario de la película ¡Átame!

Granadilla, en la provincia de Cáceres, es un pueblo amurallado que fue desalojado en los años 60 debido a la construcción del embalse de Gabriel y Galán. Aunque nunca fue inundado, sus habitantes tuvieron que abandonar sus hogares.
En la actualidad, Granadilla ha sido parcialmente restaurado y es un pueblo congelado en el tiempo. Forma parte de un programa educativo y cultural que permite a los visitantes conocer cómo era la vida en este lugar antes de su desalojo. No en vano, tiene horario de visitas y fue escenario para el final de la película ¡Átame!, de Pedro Almodóvar.
Turruncún, cubierto por la vegetación en plena Rioja

El pequeño pueblo de Turruncún, en La Rioja, quedó deshabitado en los años 60 debido a la emigración de sus habitantes hacia zonas urbanas. Sus casas de piedra, su iglesia y su escuela son ahora ruinas cubiertas de vegetación que atraen a cientos de visitantes cada año.
Por ello, Turruncún es ideal para quienes buscan un lugar tranquilo y lleno de melancolía. Sus paisajes naturales lo convierten en un rincón perfecto para los amantes de la fotografía.
Escó, el pueblo oscense detenido en el tiempo

Escó, en la provincia de Huesca, fue abandonado en los años 60 debido a la dificultad para cultivar los campos y la falta de empleo. El abandono también llevó a la construcción del embalse de Yesa. Aunque algunas casas permanecen en pie, el pueblo está principalmente en ruinas. A pesar de ello, su ubicación en un entorno montañoso lo convierte en uno de los lugares de España que merece la pena visitar.
En la actualidad, algunos antiguos habitantes han intentado mantener vivo el recuerdo de su hogar. Esto ha hecho que el pueblo se haya convertido en un lugar conocido por aquellos que buscan destinos detenidos en el tiempo.
Ochate, el pueblo maldito en el Condado de Treviño

Conocido como el pueblo maldito, Ochate, ubicado en la provincia de Burgos, tiene una historia llena de misterios y leyendas. Este pequeño núcleo quedó deshabitado en el siglo XIX tras ser azotado por epidemias, y desde entonces se ha convertido en un lugar rodeado de mitos sobre fenómenos paranormales.
Ochate atrae tanto a amantes de lo sobrenatural como a curiosos que desean explorar sus ruinas y disfrutar del paisaje que lo rodea. Esto ha mantenido viva la curiosidad para los que buscan un lugar que entrelaza la historia con leyendas sobrenaturales.
Poble Vell de Corbera d'Ebre, escenario de la Batalla del Ebro

El Poble Vell de Corbera d'Ebre, en Tarragona, fue destruido durante la Batalla del Ebro en la Guerra Civil Española en 1938, ya que quedó en medio del fuego cruzado. Sus ruinas, especialmente la iglesia de San Pedro, se han conservado como un memorial para recordar los horrores de la guerra.
El pueblo se ha mantenido como un lugar de memoria histórica que invita a reflexionar sobre este periodo de nuestra historia a través de sus bellas edificaciones. En la actualidad, es posible visitar su patrimonio histórico y cultural, que ha quedado en ruinas en gran medida.
Ruesta, la parada del Camino de Santiago con más historia

Situado a orillas del embalse de Yesa, Ruesta es un pueblo abandonado que forma parte de una de las rutas del Camino de Santiago. Deshabitado en los años 60 debido a la construcción del embalse, el pueblo quedó sumergido parcialmente, dejando al descubierto algunas de sus estructuras más icónicas, como la iglesia y los restos de su castillo medieval.
En los últimos años, se han realizado esfuerzos para rehabilitar Ruesta como un lugar de acogida para peregrinos, devolviendo cierta vida a este rincón lleno de historia y paisajes impresionantes. Además, su cercanía a Sos del Rey Católico ha incrementado su celebridad.
Os Teixois, un pueblo semiabandonado

Os Teixois, en Asturias, es un pequeño pueblo que combina tradición y abandono. Aunque no está completamente deshabitado, muchas de sus casas y estructuras muestran los estragos del paso del tiempo. Este lugar es famoso por su conjunto etnográfico, que incluye molinos de agua, mazos y un batán, que muestra la forma de vida típica de sus años más vivos.
Esto ha llevado a Os Teixois a convertirse en un destino para quienes buscan conectar con la tradición asturiana. Sus rincones abandonados, combinados con los elementos restaurados, ofrecen una experiencia única entre pasado y presente.
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