Cushman & Wakefield ha dibujado el aspecto de las oficinas después del coronavirus. En este sentido, la consultora ha presentado un prototipo bautizado como 6 Feet Office, impulsado por su división en Holanda, aunque ya se implementa en diferentes países como España. Entre las medidas destacan la instalación de mamparas entre los puestos de trabajo y la colocación de señales visuales verticales y horizontales (en el suelo) para evitar contagios y organizar el tránsito de los empleados en los diferentes espacios.
El tejido empresarial europeo prepara la vuelta al trabajo tras el covid-19. Las oficinas son uno de los espacios que más cambios van a sufrir a corto plazo. Durante las últimas semanas, las compañías se han centrado en organizar y optimizar el teletrabajo de sus empleados, pero ahora han comenzado a diseñar el retorno a la oficina. El objetivo es optimizar los recursos y garantizar la salud de todos los que regresen a su puesto de trabajo físico.
Algunos medios nacionales han apuntado a la posibilidad de que el Gobierno de Pedro Sánchez recomiende a las empresas -que se lo puedan permitir- continuar con el teletrabajo después del 11 de mayo (fecha fijada por el Ejecutivo para iniciar el desconfinamiento). En este sentido, las propias empresas también lo estarían estudiando para reducir el riesgo de contagios, facilitar la conciliación familiar (los niños no volverán al colegio este curso) y ahorrar costes en los alquileres.
De todos modos, las compañías saben que no todos sus empleados podrán continuar con la actividad desde su domicilio. Por este motivo, también han comenzado a diseñar el futuro de sus espacios de oficina a corto plazo. En este escenario, Cushman & Wakefield ha ejecutado ya un prototipo para el regreso a las oficinas y facilitar una reincorporación segura a los puestos de trabajo en el marco de la pandemia del Covid-19.
Este proyecto, que ha sido bautizado como 6 Feet Office, ha sido impulsado por la división de la consultora en Holanda y ya se está implementando en diferentes países, entre los cuales está España. La consultora inmobiliaria pretende aplicar este proyecto a todas sus oficinas, a la vez que servir de guía y hacer extensible este modelo a los espacios donde trabajan sus clientes.
El proyecto se basa en prototipos de nueva oficina y modos de relación, basado en el conocimiento y experiencia de C&W en China, en su vuelta a la normalidad. “Está diseñado para asesorar a nuestros clientes a adaptar sus hábitos, procesos y espacios para salvaguardar la salud de sus empleados y clientes, de una manera dinámica y condicionada a los cambios de normativa, aspectos técnicos y perspectivas médicas y legales”, explica Óscar Fernández, head of Business Development PDS en Cushman & Wakefield España.
El proceso para adaptar las oficinas a este modelo contempla seis fases: un análisis previo del entorno de trabajo concreto, la aplicación de conjunto de reglas sanitarias básicas, la implantación de un código visual para cada oficina, la adaptación del puesto de trabajo particular y la certificación de que todas las medidas han sido adoptadas con éxito. El proyecto se ha construido sobre la premisa de mantener en todo momento la distancia de seguridad entre las personas dentro de un mismo espacio.
Este objetivo se alcanza gracias a la disposición de los elementos internos de las oficinas -entre los que destaca la instalación de mamparas-, pero también haciendo uso de señales visuales, como círculos que delimitan el espacio personal del trabajador o flechas que indican el sentido de los flujos al moverse por la oficina. La consultora ha realizado un vídeo para explicar su proyecto.
"Nuestra compañía ha creado este proyecto basándose en la información que arroja la Organización Mundial de la Salud, gracias al asesoramiento de especialistas médicos, y con la experiencia previa de China, donde ha vivido en primera persona la reincorporación de millones de chinos a los puestos de trabajo”, finaliza Fernández.
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