Cerca de cuatro de cada 10 arrendatarios en España destinan el 40% o más de sus ingresos al pago de la vivienda, uno de los porcentajes más altos de la Unión Europea (UE) en cuanto a alquiler, y que podría poner en peligro la estabilidad familiar y supone un sobresfuerzo para el salario con el que cuenta en los hogares. Por la parte de los hipotecados, solo el 3,5% de los hogares debe destinar una gran cantidad de su salario al pago del préstamo, por debajo incluso de la media europea.
Pese a estos datos, el total de hogares en España con estos sobrecostes no llega al 9%, en línea con otros países como Bélgica (8,9%), Suecia (8,3%) o Italia (8,2%). Otras grandes economías presentan datos dispares como Alemania (14,2%), Reino Unido (15,1%) o Francia (4,7%).
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