Iwi Cabin maximiza el espacio: cuando se despliega, ocupa más de 8 m2, pero comprimida ocupa apenas 2,5 m2. El proyecto está patentado en Ecuador
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Cabina con las puertas abiertas
Las puertas se pueden abrir totalmente JAG Studio

Que las viviendas son cada vez más pequeñas es una realidad fácilmente contrastable. Las causas que influyen en esta tendencia pueden ser muy diversas, pero se trata de una realidad especialmente visible en aquellas áreas urbanas donde el espacio es limitado y el precio del suelo es alto. En estos contextos, las viviendas más pequeñas pueden ser una solución más práctica y asequible para muchos compradores, que, además, se pueden ver favorecidos por otros elementos como un menor requerimiento de energía, lo que también los puede convertir en más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.

A pesar de todo, puede ocurrir que, tras elegir una vivienda pequeña, con el paso del tiempo, se necesite un espacio adicional en función de la aparición de nuevas necesidades, como el crecimiento de la familia o la necesidad de un espacio para trabajar.

Para estos casos, existen interesantes ideas que se han plasmado en las ADU, unidades de vivienda accesoria, que pueden servir para añadir un espacio extra para que cumpla diferentes funciones. Y es eso lo que han hecho Juan Ruiz y Amelia Tapia, que han creado Iwi, “un producto desarrollado y patentado en Ecuador”.

Cabina abriéndose
Se abre de forma muy sencilla JAG Studio

Según explican en su página web, los arquitectos crearon “un habitáculo en el que el aprovechamiento y flexibilidad del espacio van acorde al estilo de vida y necesidades de cada usuario”. Diseñado para ser un cobertizo en forma de acordeón, Iwi Cabin es un diseño innovador que maximiza el espacio que se puede comprimir y expandir. De esta forma, se proporciona a los habitantes de la ciudad una solución ingeniosa para ampliar el espacio en apartamentos urbanos y espacios habitables. La cabina flexible puede ubicarse en diferentes lugares: una azotea, un jardín. De hecho, en las imágenes promocionales del proyecto, se ha colocado en una azotea en Quito, Ecuador. 

La cabina se puede encoger
Cabina encogida JAG Studio

Cuando la cabina Iwi está completamente expandida, se despliega y ocupa casi 8,5 m2, y cuando está plegada y comprimida, ocupa solo 2,5 m2. La cabina Iwi es muy fácil de manejar, ya que los propietarios pueden empujar y tirar del cobertizo, gracias al sistema de ruedas que permite manipularlo y guardarlo de manera rápida y eficiente.

El cobertizo fue construido para soportar temperaturas suaves, que oscilan entre 12ºC y 25ºC. El exterior de la cabina es resistente al viento, la lluvia y el sol. Los interiores han sido equipados con corcho y lana de oveja para mantener un interior agradable durante los meses de frío. “Tras especializarnos en las técnicas más avanzadas de construcción en madera en los Países Bajos y España, desarrollamos IWI, creamos un habitáculo en el que el aprovechamiento y flexibilidad del espacio van acorde al estilo de vida y necesidades de cada usuario”, explican en su página web.

Mujer en cocina preparando café
Cuenta con una pequeña cocina JAG Studio

La pequeña construcción también cuenta con estanterías empotradas, cajones y una cocina compacta. Además, se ha equipado con un sistema eléctrico y de agua, lo que permite utilizarlo como una casa de huéspedes improvisada. Una vez que dejamos de necesitar ese espacio habitable, se puede utilizar simplemente como un lugar de almacenamiento práctico y conveniente.

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