No todas las CCAA han puesto en marcha las convocatorias de ayuda para rehabilitar casas. Es necesario simplificar procesos para impulsar las actuaciones
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España necesita impulsar el ritmo de rehabilitación de viviendas
GTRES

Durante este año en varias ocasiones me han preguntado si conozco a alguien que ya le hayan concedido ayudas para su rehabilitación bajo el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Son profesionales de la rehabilitación que buscan conocer el ritmo de avance en la publicación de ayudas y su gestión para definir su estrategia de los próximos meses. Perciben confuso y complejo el proceso de gestión, lo relativo a la preparación del 70% de los RCD de la obra, así como la aparición de nuevos agentes del proceso y sus responsabilidades ante las ayudas recibidas.

A pesar de ello, muestran interés y ganas de acelerar la actividad en las empresas, de impulsar la materialización de estos fondos europeos que se espera representen los años dorados de la rehabilitación edificatoria.

Parece ya lejana la publicación del Real Decreto 853/2021 con los programas de ayuda en materia de rehabilitación residencial y vivienda social del PRTR que cedía el protagonismo a las Comunidades Autónomas (junto a Ceuta y Melilla). Un total de 19 entidades debían entonces publicar las convocatorias de ayudas, y aunque por ahora sólo cinco han publicado las correspondientes a actuaciones de rehabilitación a nivel de barrio, son ya 15 las que lo han hecho en relación a la rehabilitación de edificio y vivienda (tres en las últimas semanas).

En relación a la elaboración del libro del edificio existente para la rehabilitación y la redacción de proyectos de rehabilitación, son 13 entidades las que las han publicado.

El retraso en la movilización del primer paquete de 1.151 millones de euros (llamado Anualidad 2021), ha creado un halo de incertidumbre sobre el impacto del PRTR dado el corto plazo del que se dispone para ejecutarlo, pues si a 30 de noviembre de 2023 cada CCAA no ha alcanzado el objetivo designado de ayudas comprometidas en base al reparto de las 160.000 viviendas a rehabilitar, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) podrá solicitar el reintegro parcial o total de los fondos transferidos no comprometidos.

Esto podría suponer una reasignación de fondos hacia las CCAA más activas para evitar que los mismos se queden sin consumir. Ante esto, el sector se moviliza mostrando su voluntad de apoyo y colaboración para acelerar el ritmo de rehabilitación, siendo un claro ejemplo la presentación en la pasada edición de Rebuild del manifiesto ‘La Descarbonización comienza con la Rehabilitación’, promovido por el Consorcio PassivHaus que logró convocar para su adhesión a más de medio centenar de entidades relevantes del sector.

Y ahora, con el reciente anuncio de la aprobación de la Anualidad 2022 dotada de 1.389 millones de euros, se crea una buena oportunidad para mitigar la incertidumbre con confianza, mostrando no ya la potencialidad de los 3.420 millones de euros, sino casos de éxito de su aplicación, métricas, cifras tangibles que nos permitan mes a mes ir conociendo el grado de implantación. Éstas podrían ser desde el número de solicitudes presentadas y su evolución, fondos consumidos, tipología de las intervenciones, vinculación a los distintos programas, etc.

Lo que me recuerda las exposiciones del IDAE en las jornadas de rehabilitación con el PAREER-CRECE o similar, donde hasta nos indicaba las causas más frecuentes de denegación de ayudas, aprendizajes sobre errores a no repetir al presentar futuras solicitudes.

Respaldar dicha tangibilización con un ambicioso plan de comunicación así como establecer las colaboraciones público-privadas necesarias para que la tramitación de las ayudas sea lo más ágil posible, sería clave para que se visibilice en las calles las obras de rehabilitación creando confianza tanto para los ciudadanos como para los profesionales del sector que han de materializar dichas intervenciones.

Así que, si me preguntan qué consideraría esencial respondería sin dudarlo: simplificación de procesos para lograr exhibir a los cuatro vientos las obras de rehabilitación subvencionadas haciendo énfasis en los beneficios para sus propietarios en términos de confort, y por supuesto, por el ahorro en la factura energética. El resto, vendrá solo.

Isabel Alonso de Armas es ingeniera de Caminos, Canales y Puertos desde hace más de 20 años, miembro del Consejo General del CICCP y directora de sostenibilidad y desarrollo de negocio en BMI Group, Sur de Europa. Por su trayectoria aportará una visión centrada en la actualización de nuestro parque edificatorio que exige la del propio sector de la construcción.

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