La isla de calor urbana es un fenómeno ambiental que afecta cada vez a más ciudades en todo el mundo, generando temperaturas significativamente más altas en las zonas urbanizadas en comparación con sus alrededores rurales. Este efecto se ha convertido en una preocupación central, ya que impacta directamente en la calidad de vida, la salud pública y el consumo energético. Descubre los motivos y soluciones sobre el elevado calor en las ciudades.
¿Por qué hace más calor en las ciudades?
Si alguna vez te has preguntado por qué la sensación térmica en el centro de una ciudad es mayor que en los alrededores rurales y sus pueblos fríos, a continuación, te presentamos los principales motivos por los que las ciudades registran temperaturas más elevadas:
- Alta densidad de edificaciones y pavimentos: los materiales como el asfalto y el hormigón absorben y retienen el calor solar durante el día, liberándolo lentamente durante la noche.
- Escasez de vegetación: la falta de zonas verdes y árboles reduce la sombra y la evaporación natural del agua, lo que incrementa la temperatura ambiente.
- Emisiones de calor antropogénico: el uso intensivo de vehículos, sistemas de climatización y maquinaria genera calor adicional que se acumula en la atmósfera urbana.
- Contaminación atmosférica: los contaminantes actúan como una capa que dificulta la disipación del calor hacia el espacio exterior, atrapando la energía en la ciudad.
- Morfología urbana: la disposición de los edificios puede dificultar la circulación del aire, favoreciendo la acumulación de calor en calles y plazas.
¿Qué es la isla de calor urbana?
La isla de calor urbana es un fenómeno climático que se produce cuando las áreas urbanizadas registran temperaturas más elevadas que las zonas rurales circundantes. Este efecto se debe, principalmente, a la transformación del entorno natural en superficies construidas como edificios, carreteras y aceras.
Así, las ciudades se convierten en auténticos focos de calor, donde la diferencia térmica con respecto al campo puede superar fácilmente los 5 °C en determinados momentos, especialmente durante las noches de verano.
Las ciudades más afectadas en España
En España, este problema está a la orden del día y varias ciudades sufren este efecto, que aumenta el estrés térmico especialmente durante las noches de verano y afecta la calidad de vida de sus habitantes.
- Barcelona: la combinación de alta densidad urbana y topografía junto al mar provoca noches cálidas persistentes, con un efecto isla de calor especialmente fuerte en barrios interiores alejados de la costa.
- Málaga: la humedad junto con el calor y la estructura urbana concentran temperaturas elevadas durante la noche, agravando el estrés térmico en zonas densamente edificadas.
- Palma: la expansión urbana y la escasez de vegetación en áreas residenciales intensifican la isla de calor, especialmente en verano, pese a la influencia moderadora del mar.
- Madrid: es la ciudad con mayor efecto isla de calor en España, con diferencias térmicas de hasta 7 °C entre el centro y las afueras, debido a su gran densidad y escasez de áreas verdes.
- Sevilla: presenta uno de los efectos isla de calor más severos por sus altas temperaturas naturales, el diseño urbano compacto y la falta de sombras y vegetación.
- Valencia: aunque está junto al mar, la ciudad sufre noches muy cálidas en el interior, donde la falta de ventilación y vegetación intensifican la isla de calor urbano.
Posibles soluciones a las islas de calor urbanas
La isla de calor urbana representa uno de los grandes retos medioambientales de las ciudades moderna. Afortunadamente, existen diversas estrategias y soluciones que pueden aplicarse para mitigar este fenómeno y transformar los entornos urbanos en espacios más frescos, saludables y sostenibles:
- Incrementar las zonas verdes y la vegetación urbana: la creación y mantenimiento de parques, jardines verticales y techos verdes favorece la sombra, la evaporación y la transpiración.
- Materiales reflectantes o fríos: sustituir el asfalto oscuro por materiales claros o con alta reflectancia solar ayuda a reducir la absorción de calor en calles y edificios.
- Fomentar la infraestructura azul: incorporar fuentes, estanques o sistemas de drenaje sostenible permite aprovechar el agua como elemento refrescante y aumentar la humedad relativa.
- Reforestación urbana y plantación estratégica de árboles: los árboles proporcionan sombra directa, disminuyen la radiación solar sobre superficies duras y contribuyen a la regulación térmica.
- Diseño urbano adaptado al clima: planificar la orientación de calles y edificios para favorecer la ventilación cruzada natural y evitar la acumulación de calor en zonas densamente edificadas.
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