Como cada miércoles, viajamos para mostraros un nuevo hotel con encanto. Si buscas un lugar remoto donde perderte unos días y disfrutar de la naturaleza, la Isla de Fogo –en la región canadiense de Terranova– es un buen destino. Allí se esconde el hotel Fogo Island Inn, uno de los alojamientos más remotos y mágicos que podemos encontrar en el mundo.
Durante las últimas décadas, lo normal es que la gente abandonara esta isla de alrededor de 250 km2 y que cuenta con unos 2.500 habitantes. Sin embargo, desde que este hotel se terminó de construir en 2013, el flujo se ha invertido y viajeros de todo el mundo llegan a este destino fuera del radar atraídos por la naturaleza salvaje, un cielo siempre cambiante y el rugido del Atlántico Norte.
El edificio, diseñado por el arquitecto local Todd Saunders, combina la tradición pescadora de la isla con las dimensiones de un buque de crucero. Más de 90 metros de largo y 10 de ancho, como si fuera un barco que acaba de atracar en el puerto.
En su interior, 29 suites decoradas de forma acogedora y moderna con muebles construidos por artesanos locales desde donde se aprecia cómo el océano rompe en las rocas que dibujan la escarpada costa. También cuenta con una biblioteca y un pequeño cine, en asociación con la filmoteca canadiense, además de una galería de arte donde se pueden apreciar obras de artistas de renombre internacional y una sala común con seis chimeneas.
La guinda la pone su terraza exterior, donde el visitante encontrará saunas y jacuzzis al aire libre. Llegar al fin del mundo no es barato: los precios por habitación para dos personas empiezan en los 900 euros la noche.
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