
Los propietarios de viviendas tradicionales en las islas Baleares las podrán destinar al alquiler vacacional este mismo verano. El Gobierno regional ha decidido levantar el veto que existía sobre el arrendamiento turístico de las llamadas ‘casas de pueblo’, lo que podría provocar que la oferta de viviendas vacacionales se duplique.
El Ejecutivo balear ha aprobado el decreto de la nueva Ley Turística y que permite el alquiler de estas viviendas unifamiliares, chalets adosados y tanto los pisos como las casas entre medianeras quedaban fuera de la regulación.
Según ha explicado el conseller de Turismo, Jaime Martínez, esta flexibilización hace que se duplique el número de viviendas que podrían alquilarse. En la actualidad hay unas 5.000 y, a partir de ahora, se abre la puerta a que sean 10.000.
Con esta modificación, la única propiedad inmobiliaria que no se podrá alquilar con servicios turísticos son los pisos. Con la Ley de Arrendamientos Urbanos en la mano, se podrían alquiler los pisos siempre que no se ofrezcan servicios turísticos como comidas, cambio de sábanas o de toallas.
1 Comentarios:
Con la ley en la mano, no sólo cuenta el hecho de que se ofrezcan o no servicios turísticos sino, muy especialmente, el canal de oferta, que no puede estar entre los considerados "canales de oferta turística".
Dado que algunos portales de Internet pueden tener esa condición, la oferta irregular por esos canales puede ser sancionada con cuantiosas multas.
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