
La galerista de arte Aurora Vigil-Escalera repasa en idealista/news cómo la pandemia sanitaria ha provocado un cambio en el mundo del arte y cómo, gracias a la tecnología, cualquier consumidor puede buscar y encontrar una obra para su hogar sin necesidad de acudir a una galería o una exposición.
Vigil-Escalera cuenta con una galería en Gijón, y en Madrid también una pequeña sala de exposiciones. Gracias a la pluralidad de artistas, su galería llega a un público muy amplio: desde jóvenes compradores que apuestan por autores más recientes, como Sergio Femar; a personas con varios años de experiencia en la compra de arte. La experta en arte aclara que algo que caracteriza a todos los artistas con quienes trabaja es que comparten seriedad y ganas de progresar en su carrera, además de un estilo muy definido y personal.

Un ejemplo es el uso de la tecnología 3D de la mano de RedCollectors, que te permite desde casa ver realmente el tamaño del cuadro y cómo está integrado en el espacio. Además, les ha permitido dar a conocer las piezas de su galería a un público mucho más amplio, algo que antes, estando ubicados en la periferia de Gijón, les resultaba más complicado. Un ejemplo de ello son las obras de Chema Madoz, un fotógrafo que, según Vigil, es de los más prometedores del momento.

Con la fundación de su propio negocio tras casi 30 años de carrera en la galería Van Dyck, la cual fundaron sus padres, Aurora Vigil buscaba sobre todo poder llegar a un nuevo público. Las exposiciones y venta online han contribuido mucho a cumplir este objetivo, y afirma que gracias a ellas es posible adquirir el respeto de galeristas, artistas y compradores sin necesidad de contar con una galería de grandes dimensiones o situada en una ciudad estratégica.
Sobre qué estilo o formato de obras suele ir más destinado a decorar el interior de una casa, la galerista nos explica que todo depende del cliente. Cuando se trata de personas que llegan sin ningún cuadro concreto en mente es fundamental descubrir que está buscando el comprador: para ello suelen observar las diferentes piezas de la galería y, una vez definido el estilo o artista que les gusta, comienzan a buscar la obra perfecta, valorando el precio y las dimensiones posibles.
Hay que tener en cuenta que nuestro gusto siempre evoluciona, es posible que una obra nos encaje en una zona de la casa durante varios años y con el paso del tiempo decidamos cambiarla, aunque admite que los cuadros y fotografías suelen ser más fáciles de incluir en un salón o dormitorio. Según ella, nunca debemos comprar un cuadro solo por decoración, lo importante es que realmente nos inspire.
Algunos de los artistas con quienes trabaja actualmente están teniendo mucho tirón entre los compradores, que los incluyen a menudo dentro de su propio hogar. Una de ellas es Ana Barriga, cuya pintura posee un aire fresco que está siendo muy popular entre los compradores jóvenes. Por otra parte, la galerista recalca que Ismael Lagares es uno de los pintores que, considera, tardarán muy poco en adquirir éxito a gran escala.

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