Es época de encuentros, de ceremonias y de sacar los manteles del armario. Repasamos cómo dejar los textiles de mesa sin una mancha
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Trucos para quitar las manchas de los manteles
Mesa de Navidad Pixabay
Lucía Martín (Colaborador de idealista news)

La Navidad es la época del año en que más partido sacamos a nuestras mantelerías, que suelen pasarse prácticamente un año en el cajón. En estas fechas en que se multiplican las cenas, comidas y picoteos es fácil que nuestros manteles acaben manchados. Pero que no cunda el pánico, te vamos a dar una serie de consejos para sacar esas manchas y para que tus manteles queden como nuevos para la próxima celebración.

Ojo al vino, al chocolate, salsas…

Hay manchas más difíciles que sacar que otras, estamos pensando sobre todo en vino, salsas grasas, aceite, chocolate… Es raro que una mantelería sobreviva a una comida sin una sola mancha, y eliminarlas suele requerir un trabajo concienzudo y a menudo nada fácil. Lo mejor es actuar antes de que se seque la mancha, pero esto no siempre es posible, de manera que si la mancha ya está seca lo ideal es eliminarla con agua y un producto quitamanchas, a poder ser con movimientos circulares que impedirán que la mancha se fije.

Para las manchas de grasa, el limón es muy efectivo, mientras que el vinagre es eficaz para manchas de café o chocolate. Para el vino tinto es conveniente usar vino blanco, mientras que el bicarbonato de sodio, mezclado con un poco de agua y aplicado directamente sobre la mancha durante un rato, puede ser muy efectivo para grasas, bebidas o restos de comida. Otro truco para cuando se derrame vino sobre el mantel es utilizar sal, siempre y cuando la mancha no esté seca. También viene bien la leche hirviendo.

Si el mantel o las servilletas de tela se manchan de cera, algo habitual en estas fechas, ojo a este truco: coloca un papel sobre la mancha y pasa la plancha bien caliente. Con el calor, la cera se derretirá y se quedará adherida al papel. Después lava normalmente la pieza.

Para las manchas de aceite también es efectivo añadir sal y frotar enérgicamente con un cepillo, de inmediato. Otra opción, que también se puede usar para las manchas de vino, es aplicar directamente detergente para la vajilla y frotar hasta que la mancha desaparezca. Si ni así consigues acabar con ella, deja la mancha en remojo en una combinación de agua, vinagre blanco y alcohol y verás cómo consigues liquidarla.

No olvides el quitamanchas: ten siempre listo uno en tus comidas familiares no solo para los manteles, sino también para posibles accidentes que acaben en derrames en camisas y vestidos.

¿Cómo lavarlos?

Antes de lavar manteles y servilletas, déjalos a remojo durante unas horas en agua fría (el agua caliente tiende a fijar las manchas) y, a ser posible, lávalos también con agua fría y sin centrifugado o con un centrifugado suave. El agua fría hará que las manchas de comida se reblandezcan y que luego el lavado en la lavadora sea más efectivo. No olvidemos, además, que muchos manteles que tenemos reservados para ocasiones especiales suelen ser de tejidos delicados, que podrían dañarse con un lavado demasiado agresivo. O 100% algodón, que podrían encogerse y deformarse al lavarlos en agua caliente.

Si las manchas son muy rebeldes, puedes dejar el mantel a remojo con agua y un poco de amoniaco o de bicarbonato. Si la mantelería es muy delicada, es mejor lavar a mano, y añadir a las manchas rebeldes un poco de bicarbonato y las frotes con un cepillo hasta no dejar rastro.

- En todos los casos, incluso en las mantelerías blancas, es conveniente evitar la lejía y probar con los diferentes trucos hasta eliminar las manchas.

Cómo secar tus mantelerías y cómo guardarlas

Siempre a la sombra. Si los secas al sol no solo pueden dañarse los colores, sino que quedarán excesivamente rígidos. Evita la secadora.

Si vas a guardarlos durante largo tiempo, nuestra recomendación es que los planches bien, para evitar dobleces que a la larga pueden causar manchas, y los guardes en el interior de una bolsa transparente, lejos de la luz solar.

Para guardarlos bien, conviene hacerlo en un lugar seco y cerrado, evitando dobleces y arrugas. Lo ideal es que tengas un cajón exclusivo para esos manteles que utilizas poco y, en el caso de los blancos, no estaría de más que los guardases en una bolsita opaca para que no pierdan el color. Si eres de las que no utilizas suavizante pero quieres que tus manteles huelan bien, siempre puedes hacerte con bolsitas aromáticas que incluso puedes elaborar tú misma.

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