La crisis del covid-19 acelera los ajustes en la banca española. Un proceso marcado por el cierre de oficinas y la reducción de plantilla que empezó en la crisis de 2008.
Desde dicho año y hasta el pasado mes de marzo, el sector financiero ha echado el cierre a casi de la mitad de su red de sucursales (tras cerrar más de un 48% de los que tenía antes de la crisis económica y financiera), mientras que la destrucción de empleo se acerca al 40%.
Al cierre del primer trimestre, la banca española contaba con 23.737 oficinas y con 175.889 empleados. En apenas 12 años, el sector ha destruido cerca de 120.000 empleos. Y debido al coronavirus, las entidades ya tienen planes para recortar otros 15.000 puestos de trabajo solo en 2021, aunque el mercado da por hecho que hay margen para más recortes.
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