El Banco de España alerta del incremento de los préstamos en situación de vigilancia especial, considerada el paso previo al impago
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Crece el riesgo de impago de los préstamos: casi 100.000 millones podrían entrar en mora
GTRES

El último informe de estabilidad financiera del Banco de España alerta de un nuevo foco de riesgo para la banca: el potencial aumento de impagos de los préstamos en el futuro por parte de familias y pequeñas empresas.

Según el supervisor de la banca, "las medidas de política económica implementadas durante la crisis actual han resultado cruciales para mantener la capacidad de repago de familias y, especialmente, de sociedades no financieras y empresarios individuales. En este contexto, la ratio de dudosos del crédito al sector privado residente se situó en el 4,2% en diciembre de 2021, siendo 0,2 puntos porcentuales inferior a la registrada el año anterior". Los préstamos dudosos son considerados como tales cuando acumulan al menos tres impagos. 

Sin embargo, están creciendo con fuerza los préstamos que se encuentran en situación de vigilancia especial, lo que significa que registran mayor probabilidad de impago con respecto a aquellos en situación normal y que se considera el paso previo a la morosidad.

Según el Banco de España, la banca arrastra 94.000 millones de euros que corren el riesgo de entrar en mora. La cifra ha crecido un 14% interanual y, a cierre de 2021, su peso sobre el total de la cartera de préstamos alcanzó el 8%. Este nivel, que supone que 8 de cada 100 euros está en riesgo de impago, es 2,2 puntos superior al registrado antes de la prepandemia (unos 70.000 millones de euros). 

Además de los préstamos en situación de vigilancia especial, también están creciendo a ritmos interanuales de dos dígitos "las operaciones objeto de refinanciación o reestructuración, que suelen estar asociadas también a posibles problemas de repago por parte de los acreditados y que, de hecho, más de la mitad de su volumen está clasificado como dudoso", según recalca el informe del Banco de España. En concreto, en diciembre del año pasado aumentaron un 14,3%, frente al descenso del 9% observado en diciembre de 2020.

No obstante, el supervisor financiero explica que este repunte del crédito refinanciado "se registró exclusivamente en el sector de sociedades no financieras y empresarios individuales (30,6%), mientras que en el de hogares se observó un descenso moderado (-3,4%). En términos agregados, las refinanciaciones suponen un 5% del total del crédito vivo, el mismo porcentaje que antes de la pandemia". 

En este contexto, el detalla que "ciertos signos de deterioro podrían anticipar un aumento de los activos problemáticos en el futuro" y deja entrever que la actual situación de crisis energética y una potencial subida de los tipos de interés podría provocar problemas de pago en los hogares con rentas más bajas. Además, una persistente inflación seguirá lastrando las rentas de las familias, con el consiguiente impacto en el consumo.

Sobre las empresas, el informe de estabilidad expone que las que tienen mayor probabilidad de impago son las que pertenecen a sectores más expuestos a la crisis sanitaria, como la hostelería o el turismo.

"Los sectores más afectados por la crisis del covid-19 siguen mostrando las mayores señales de deterioro, especialmente manifiesto en los préstamos en vigilancia especial. En los sectores más afectados por la pandemia, el peso de los activos dudosos sobre el total de exposición aumentó desde el inicio de la crisis (del 5% al 5,9%), mientras que en el resto de los sectores se observaron descensos. Pero es en los créditos en vigilancia especial donde las diferencias son más significativas, a pesar de que crecen en todos los sectores. El peso conjunto de los dudosos y de los créditos en vigilancia especial en los sectores más afectados por la pandemia alcanzó el 23,9% en diciembre de 2021, frente a unos pesos respectivos del 17,7% en los sectores moderadamente afectados y del 15,5% en los sectores menos afectados por la crisis del covid-19", señala el informe. 

Además, recuerda que muchos préstamos cuentan con avales ICO, de manera que, en caso de impago, la morosidad no solo afectaría a la banca, que tendría que elevar sus provisiones, sino que también al Estado que ha actuado como garantía de las operaciones de financiación. De producirse tal escenario, la dudosidad se trasladaría tanto al déficit como a la deuda pública, que batió récord en febrero al superar los 1,44 billones de euros.

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