
La inmobiliaria sueca Samhallsbyggnadsbolaget i Norden AB (SBB) ha pasado del anonimato bursátil a una posición de máxima vigilancia por parte de los inversores. La doble decisión de aplazar el pago de dividendos y de cancelar una emisión de derechos de 235 millones de euros ha provocado un desplome en torno al 50% sólo en el primer tercio de mayo y ha debilitado al conjunto del sector.
La gran cuestión ahora es si la acción de SBB ha tocado fondo. La cotización ha llegado a caer por debajo de las 6 coronas, nivel desde el que, al fin, se ha empezado a parar la caída. ¿Cómo es la radiografía bursátil de la inmobiliaria más seguida de Europa? Estas son las claves para entender cómo es, de quién es y qué expectativas tienen los analistas sobre un valor en la encrucijada.
Accionistas
Los mayores inversores en SBB son el CEO, Ilija Batljanes, y el gigante estadounidense BlackRock, que cuenta con algo más del 6,5% del capital. A continuación, se sitúa la aseguradora sueca Länsförsäkringar, con un paquete de títulos cercano al 4%. El podio de mayores accionistas lo completa otra de las mayores gestoras del mundo, Vanguard, que tiene alrededor de un 3,5% del capital.
Swedbank o Ameriprise cuentan también con participaciones significativas en un capital muy diversificado, en el que los grandes fondos mundiales y grandes firmas suecas tienen un gran peso. Pero del análisis del accionariado se desprende también una presencia muy importante de los ‘hedge fund’, que cuentan con paquetes en algunos casos muy significativos.
Bajistas
Los ‘hedge fund’ toman posiciones cortas en las empresas con dos potenciales objetivos. El primero, el menos habitual, es cubrir otras posiciones en esos valores. El segundo, el más utilizado, es para ganar dinero cuando las acciones bajan.
Y en este punto hay una actividad extraordinaria en SBB. Grandes fondos bajistas como Marshall Wace, Samlyn Capital o Arrowstreet cuentan con paquetes superiores al 1% del capital. Por lo tanto, el valor sigue sometido a una potente presión bajista que augura movimientos nerviosos en la cotización en las próximas jornadas.
Expectativas
La acción de SBB pierde alrededor de un 60% sólo en lo que va de año. Tras el desplome, ha vuelto a los niveles más bajos en bolsa desde el año 2109. Pero hay que matizar que el valor ha protagonizado una caída en picado desde niveles estratosféricos, ya que a finales de 2021 cotizaba muy cerca de las 55 coronas suecas. Desde entonces, el retroceso acumulado es de alrededor del 90%.
La otra cara de la moneda es que el retroceso en picado de la compañía ha devuelto un gran potencial teórico de subida a la acción, al menos desde el punto de vista de los analistas. La medida de las firmas que siguen el valor asigna a SBB un precio medio objetivo de cerca de 13 euros por acción. Por lo tanto, SBB tendría por delante una gran subida del 100%.
Pero hay muchas incertidumbres en torno a un valor que acaba de ser degradado por S&P a la calificación de bono basura, con amenaza de bajar algún escalón más. De que la reanudación del dividendo no se traslade más allá de 2024 y de que la inmobiliaria pueda mantener unos niveles de liquidez mínimos dependerá el futuro en bolsa de un valor que sigue bajo los focos.
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