La familia Bernat, conocida por haber sido propietaria de Chupa Chups y por su gestión de la emblemática Casa Batlló, ha cerrado la compra de la antigua sede de Barclays en el número 45 del Paseo de Gràcia, uno de los inmuebles más codiciados de la Fundació Vila-Casas en Barcelona. La operación se llevó a cabo tras una intensa pugna con el fondo de inversión KKH Property Advisors, liderado por el exdirectivo de Renta Corporación, Josep Maria Farré.
El acuerdo, según ha adelantado Crónica Global, otorga a los Bernat la propiedad de la planta baja, la primera y la segunda altura del edificio, que anteriormente fueron ocupadas por Caixa Private Banking y, antes, por la entidad bancaria británica. Mientras tanto, las plantas superiores, que incluyen viviendas de lujo, siguen bajo el control de la firma inmobiliaria Hines.
Este inmueble, situado en una de las zonas más exclusivas de Barcelona, será utilizado por los Bernat como la sede de las oficinas gestoras de la Casa Batlló, uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. Además, los bajos comerciales del edificio se destinarán al sector retail, con especial interés en atraer marcas premium, aprovechando la ubicación privilegiada en la “milla de oro” de Barcelona. La compra se enmarca dentro de la estrategia de los Bernat para expandir su patrimonio inmobiliario y reforzar su presencia en el sector turístico y comercial de la ciudad.
El edificio, adquirido por la Fundació Vila-Casas en 2009 por un valor de 20 millones de euros, formaba parte del vasto patrimonio inmobiliario acumulado por el empresario Antoni Vila-Casas, fundador de la farmacéutica Prodesfarma. Tras su fallecimiento, la fundación, ahora dirigida por su exesposa e hija, ha iniciado un proceso de desinversión en algunos de sus activos, siendo este inmueble el primero en venderse. La fundación, que gestiona varios museos en Barcelona, Palafrugell y Torroella de Montgrí, conserva un patrimonio inmobiliario cercano a los 90 millones de euros, entre los que se incluyen otros inmuebles en el Paseo de Gràcia.
Por otro lado, KKH Property Advisors, que se había mostrado interesado en convertir el edificio en una galería de arte, no logró cerrar la operación. Esta firma, que ya había vendido a principios de año el local comercial de los bajos de las Mandarin Residences, ha ido perdiendo presencia en el mercado inmobiliario de lujo de Barcelona. La comercialización de los pisos situados sobre estos bajos también ha presentado dificultades, lo que ha contribuido a que KKH se distancie progresivamente de la capital catalana.
En este contexto, la Fundació Vila-Casas continúa ajustando su cartera de activos tras un complicado 2023, marcado por la muerte de su fundador y los conflictos internos por la herencia. La operación de venta del inmueble del número 45 del Paseo de Gràcia supone una inyección financiera importante para la fundación, que mantiene como uno de sus principales activos el edificio completo del número 69 del mismo paseo, actualmente explotado por Majestic Hotel Group para sus residences de lujo. Con esta venta, la entidad parece encaminada a estabilizarse tras una etapa convulsa en su gestión.