Esta construcción prefabricada tiene 28 m2 y permite a las reclusas reunirse con sus familias fuera de la prisión
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Una casa prefabricada construida para facilitar la reintegración de las reclusas de una prisión en Roma
Alessandro Lana|G124

Las casas prefabricadas siguen iversificando sus usos. Estas fórmulas constructivas ocupan cada vez más espacios con ideas más innovadoras. Un nuevo ejemplo lo encontramos en el ámbito de los centros penitenciarios, donde el grupo G124 de Renzo Piano ha dado vida a un diseño muy diferente al que normalmente se encuentra en este ámbito.

Con el nombre de MA.MA o La Casa dell'Affettività, se hace referencia a una casa roja de 28 m2 para las reclusas del módulo de mujeres de la prisión de Rebibbia, en la periferia noreste de Roma. Su objetivo es recrear, de algún modo, un espacio acogedor donde las internas puedan estar con sus familias.

 

Para esta intervención, G124 habla de la doble culpa con la que conviven las reclusas, tanto del delito que cometieron como de la culpa de estar alejadas de sus familias. “Dada la escasez de estructuras en la zona, muchos internos cumplen sus condenas lejos de su entorno de origen, viviendo a diario con una doble culpa, que por el delito cometido y que deriva de la conciencia de no poder desempeñar un papel protagónico en la unidad familiar”.

Por ese motivo, el proyecto giró a una idea principal básica: diseñar un espacio donde los internos puedan mantener su relación con sus seres queridos y su rol dentro de la familia, facilitando así su rehabilitación y reintegración al salir de la prisión. “La Casa dell'Affettività: un lugar de encuentro entre internos y familias que no es el anónimo y supervisado de las entrevistas tradicionales, sino un espacio que recrea la dimensión doméstica, que reconstituye temporalmente la unidad familiar y que permite a los internos mantener un rol dentro de ella, favoreciendo su rehabilitación y reintegración”, continúan.

El objetivo que se perseguía hizo que las administraciones públicas lo apoyaran. De hecho, el proyecto se desarrolló gracias a una estrecha y fructífera relación con el Departamento de Administración Penitenciaria del Ministerio de Justicia, que apoyó materialmente la realización del prototipo.

Para poder darle a este espacio esa dimensión doméstica que se pretendía, los arquitectos dieron forma a un edificio con un techo a dos aguas que evoca la imagen por excelencia del hogar. Esta forma familiar también se repite en la pequeña logia, que conduce a la habitación interior. El interior consta de sala, cocina y comedor, además de un pequeño núcleo de servicios.

En el exterior, destaca el color que se le ha dado. La casa está acabada en pintura roja, creando una sensación infantil y hogareña. Los interiores también dan prioridad a la luz natural y los acabados de madera para brindar un ambiente acogedor y acogedor.

En la construcción del edificio participaron algunos de los reclusos del centro penitenciario, utilizando paneles de madera prefabricados, que se hicieron en la carpintería de la prisión. Este método simplificado permitió una construcción rápida y fácil en el sitio. De esta forma, G124 espera que el sistema de autoconstrucción, que se transporta y ensambla más fácilmente, pueda replicarse y servir a su propósito en otros lugares.

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