Descubre estos apartamentos construidos en una antigua iglesia en Rotterdam

Hasta no hace mucho, las iglesias eran los principales edificios de una población. Su construcción, realizada con los materiales de mejor calidad, y su función de culto, ha sido la causa por la que se han conservado hasta nuestros días en mejor o peor estado. Sin embargo, las guerras pueden romper ese equilibrio, provocar grandes destrozos e incluso su destrucción completa.

Fachada. Ossip van Duivenbode

Durante la II Guerra Mundial, el centro histórico de Rotterdam fue duramente bombardeado y destruido. Tras el final de la contienda, empezó la etapa de la reconstrucción (conocida como De Wederopbouw), donde se levantó una arquitectura con un estilo austero, moderno, eficiente y pragmático. Una arquitectura que, en la actualidad, se considera monumental.

Lateral. Ossip van Duivenbode

En este contexto se encuentra el edificio del presente artículo. Se trata de la antigua iglesia Baumann situada en el barrio de Overschie, en la localidad de Rotterdam (Países Bajos), y levantada en 1953, en plena posguerra. Tras mucho tiempo sin uso, se decidió darle una nueva vida a este templo religioso y crear una serie de apartamentos.

Vivir con la esencia monumental

El proyecto de rehabilitación y diseño ha sido llevado a cabo por el estudio de arquitectura neerlandés HOYT Architecten, y se tuvieron en cuenta los aspectos de los tres impulsores. Por una parte, el obispo de la diócesis, que quería que la iglesia tuviera una función adecuada; por otra, la ciudad, que quería proteger el monumento y su integración con el tejido social y urbano; y, finalmente, los promotores, que querían un plan eficiente con el mejor diseño para los apartamentos.

Extensión. Ossip van Duivenbode

El resultado ha sido la rehabilitación de la antigua iglesia, que ha consistido en mantener no solo el carácter esencial de la iglesia, sino también integrar los artefactos y elementos conservados a su diseño, e integrar en su interior la construcción de 33 apartamentos de diversos tamaños en su interior, que oscilan entre los 50 metros cuadrados y los 120 metros cuadrados.

Cocina Ossip van Duivenbode

Para ello, el estudio de arquitectura HOYT Architecten ha realizado unas intervenciones mínimas hacia el exterior. Sus fachadas siguen la austeridad de la época, con ladrillo oscuro y dejando los detalles en las puertas arqueadas y las vidrieras.

Rosetón. Ossip van Duivenbode

Así, los elementos más característicos, como la torre campanario, el altar o la nave, se han mantenido intactos en la medida de lo posible. Los únicos elementos incorporados son unas discretas ventanas y una extensión de hormigón en la parte superior de la iglesia. Esta extensión, un tanto brutalista, contrasta con la fachada de ladrillo a la vez que complementa la arquitectura racionalista de posguerra.

Apartamentos de diseño sagrado

Hacia el interior, los apartamentos se distribuyen a ambos lados de un pasillo central, al cual se accede desde la puerta principal de la iglesia. En él se ha mantenido la altura original del templo, lo que permite observar sus monumentales vidrieras, a la vez que se consigue la entrada de luz natural.

Altillo. Ossip van Duivenbode

Lo más original y destacado del diseño interior se encuentra dentro de los propios apartamentos, ya que se han incorporado artefactos y elementos de la antigua iglesia en cada uno de ellos. Así, por ejemplo, un apartamento integra la caja fuerte gigante de la iglesia en su cocina, otro incorpora su balcón sobre el confesionario o algunos tienen arcos de mampostería.

En la torre campanario también se ha instalado un apartamento alto y estrecho, mientras que sobre el altar se sitúa un gran altillo que da acceso a la extensión que, el estudio de arquitectura, realizó sobreelevando la iglesia. En este nuevo espacio se sitúan ocho apartamentos adicionales cuya visión desde el exterior es armónica e integradora con el resto del conjunto.