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El estudio de arquitectura Archipelago ha transformado una antigua oficina de correos, originalmente diseñada por André Jacqman, en un centro de aprendizaje.
Antigua oficina de correos Johnny Umans

Las oficinas de correos han sido edificios clave en la infraestructura urbana, sobre todo a partir de la creación de las entidades estatales de correos, sirviendo como centros de comunicación y transporte de correspondencia. Desde su diseño inicial hasta la actualidad, estos espacios han evolucionado no solo en su función, sino también en su arquitectura. Así, los edificios han sido protagonistas de los estilos de su época, desde los “neos” decimonónicos, hasta el modernismo de los años 20 del siglo pasado o, incluso, el racionalismo y el brutalismo.

Sin embargo, con el paso del tiempo y la digitalización de los servicios postales, muchos de estos inmuebles han perdido su razón de ser, transformando su interior para nuevos usos. Así ha ocurrido, por ejemplo, en las antiguas oficinas de Madrid, Valencia o Lovaina la Nueva, en Bélgica, la cual se ha convertido en un centro de aprendizaje moderno.

En ciertas aulas, se ha combinado el revestimiento blanco con la desnudez del hormigón para crear contrastes.
Vigas desnudas Johnny Umans

Transformación de un espacio brutalista

El estudio de arquitectura Archipelago asumió el reto de transformar una antigua oficina de correos, originalmente diseñada por el arquitecto André Jacqman, en un centro de aprendizaje llamado Centre d'enseignement supérieur en Brabant wallon (CPFB), vinculado a la Universidad de Lovaina. Este edificio, situado en Lovaina la Nueva, había sido modificado a lo largo de los años, perdiendo su claridad espacial original. El objetivo del proyecto era recuperar la primitiva esencia brutalista, utilizando el hormigón y el ladrillo originales, al tiempo que se adaptaba el edificio a las necesidades modernas de confort y tecnología.

La estructura original de hormigón y ladrillo visto se ha dejado intencionalmente al descubierto en todo el edificio, preservando su carácter brutalista.
Brutalista Johnny Umans

El estudio explicó que cuando asumieron la renovación, el espacio estaba excesivamente compartimentado debido a las numerosas reformas previas. Estas divisiones comprometían la arquitectura del lugar y su sensación de amplitud. La primera tarea del equipo fue "desnudar el edificio", eliminando las modificaciones innecesarias para redescubrir la estructura original, lo que permitió "recuperar el hormigón que se podía salvar" y redescubrir los colores auténticos del ladrillo.

El enfoque de Archipelago fue restaurar el carácter brutalista del edificio y, al mismo tiempo, garantizar su funcionalidad y sostenibilidad a largo plazo. La combinación de elementos arquitectónicos originales con mejoras tecnológicas y térmicas tiene como objetivo asegurar que el centro educativo se mantenga actualizado durante al menos 30 años.

Se incluyeron mamparas de cristal con marcos de madera, mientras que los sistemas de ventilación e iluminación se dejaron a la vista, con estética industrial pero moderna.
Estética industrial pero moderna Johnny Umans

Un espacio flexible y colaborativo

El concepto principal detrás del diseño del nuevo CPFB era crear un "espacio de aprendizaje estimulante y colaborativo". Para lograr esto, el estudio propuso espacios flexibles, sin asignaciones permanentes de funciones estrictas. La idea central era que los usuarios pudieran moverse por el edificio según la actividad que necesitaran realizar, fomentando un entorno dinámico y adaptativo.

La primera tarea del equipo fue "desnudar el edificio", eliminando las modificaciones innecesarias para redescubrir la estructura original.
Desnudando el edificio Johnny Umans

En la planta baja, se diseñó una zona social compartida que incluye una serie de espacios polivalentes, desde pequeñas alcobas de trabajo hasta áreas más amplias, todas conectadas con la plaza exterior. Este diseño abierto permite que los usuarios utilicen el espacio de manera flexible, encontrando el lugar más adecuado según sus necesidades.

En los niveles superiores se encuentran espacios de colaboración como auditorios, áreas de administración, salas de reuniones y hasta un estudio de grabación. El diseño busca fomentar la interacción entre los usuarios, rompiendo con la tradicional segmentación rígida de los espacios de trabajo o aprendizaje. Las funciones son móviles, destacando que las personas pueden moverse libremente por el edificio según las actividades que estén realizando.

El amarillo de la escalera principal resalta junto al rojo del ladrillo, creando una paleta de colores gráficos que da vida al edificio.
Amarillo Johnny Umans

La estructura original de hormigón y ladrillo visto se ha dejado intencionalmente al descubierto en todo el edificio, preservando su carácter brutalista. Para añadir un toque contemporáneo y acogedor, se incluyeron mamparas de cristal con marcos de madera y suelos de colores, mientras que los sistemas de ventilación e iluminación se dejaron a la vista, manteniendo la estética industrial pero moderna.

La restauración permitió recuperar el hormigón que se podía salvar y redescubrir los colores auténticos del ladrillo.
Redescubrir colores auténticos Johnny Umans

El estudio también mencionó cómo, tras restaurar los materiales originales, se aplicó una solera de hormigón liso para devolver al edificio su color dominante. Asimismo, la carpintería se aclaró para contrastar con los tonos oscuros previos, mientras que el amarillo de la escalera principal resalta junto al rojo del ladrillo, creando una paleta de colores gráficos que da vida al edificio.

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