Así serán las viviendas del futuro: eficientes, prácticas y dinámicas

No hablaremos de casas flotantes o cualquier otra invención propia de una película de ciencia ficción; sino de una mejora sustancial tanto en la construcción como en la decoración.

Las viviendas del futuro se adaptarán a las necesidades y preferencias de sus habitantes, que podrán cambiar la distribución y el uso de los espacios según el momento. Así, una misma habitación podrá servir como dormitorio, oficina, sala de juegos o gimnasio, gracias a muebles modulares, paredes móviles o sistemas domóticos que permitan controlar la iluminación, la temperatura o el sonido.

Además, la inteligencia artificial (IA) adquirirá más importancia y compartirá protagonismo en el hogar, que estará conectado a internet y contará con dispositivos inteligentes que facilitarán su gestión. Desde frigoríficos que hagan la lista de la compra hasta cerraduras que se abran con el móvil, pasando por asistentes virtuales que den consejos o alertas. La IA también permitirá personalizar los servicios y las experiencias de los usuarios, ofreciendo recomendaciones, sugerencias o entretenimiento según sus gustos y hábitos.

Espacios conectados con la naturaleza

La naturaleza siempre ha estado, en mayor o menos medida, presente en los hogares de todo el mundo. Pero en el futuro esto se llevará a su máxima expresión con el estilo de la biofilia, es decir, la conexión con la naturaleza y con otras formas de vida, de carácter innato y producto evolutivo de la selección natural.

Este término apareció por primera vez de la mano del psicoanalista Erich Fromm y fue perfeccionado por el entomólogo y biólogo estadounidense Edward O. Wilson, quien sugirió que los seres humanos sienten una afinidad innata por todo lo viviente.

Se trata de incorporar elementos naturales a los espacios construidos, como plantas, agua, luz natural, piedra, madera o fibras naturales. El objetivo es crear ambientes que favorezcan la salud y el bienestar de las personas, así como reducir el impacto ambiental de la vivienda. 

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Espacios abiertos y con varios ambientes

Las paredes pasarán a mejor vida en las viviendas del futuro. Desaparecerán para dejar protagonismo a los espacios abiertos y con varios ambientes.

Los espacios sin paredes dan una sensación de mayor amplitud y luminosidad, ya que no hay barreras visuales que interrumpan la continuidad del espacio. Esto es especialmente útil en casas pequeñas o con techos bajos, donde las paredes pueden hacer que los ambientes se vean más reducidos y oscuros.

Además, no contar con paredes permite adaptar el uso y la distribución de las estancias según las necesidades y preferencias de cada momento. Así, se puede crear un ambiente más íntimo o más social, más funcional o más decorativo, más abierto o más cerrado, según se desee.

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Las formas fluidas serán tendencia

Las líneas rectas y geométricas dejarán paso a las curvas y las formas irregulares, inspiradas en la naturaleza. Esto se reflejará en el mobiliario, los objetos decorativos, los estampados o los revestimientos. Las formas orgánicas transmiten fluidez, armonía y calidez.

Los muebles redondeados aportarán suavidad y calidez a los espacios, ya que romperán con la rigidez y la frialdad de las líneas rectas y angulares. Favorecerá la circulación y el flujo de energía en los espacios, ya que no crean obstáculos ni esquinas que puedan entorpecer el paso o generar accidentes.

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La sostenibilidad como base de la decoración

Hoy en día ya se considera importante la sostenibilidad a la hora de construir, por lo que su importancia con el paso de los años, será mucho mayor. La conciencia ecológica y el respeto por el medio ambiente se reflejarán también en la vivienda del futuro. Por ejemplo, se favorecerán los textiles naturales o los PET, elaborados a partir de materiales reciclados, como botellas de plástico o redes de pesca.

El PET responde a las siglas en inglés de tereftalato polietileno, un polímero que pertenece al grupo de materiales sintéticos denominados poliésteres y es un derivado del petróleo. Este polímero bloquea de manera eficaz la humedad y sus cualidades mecánicas son las que posibilitan que sea un material con el que fabricar hilo, telas sintéticas y todo tipo de tejidos.

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Lo clásico nunca pasa de moda

La diseñadora Coco Channel dijo una vez que “Las modas pasan, y sólo el estilo permanece”. Y si lo dice la maestra de la costura, no vamos a contradecirla. Con la decoración pasará lo mismo que con la ropa: el estilo clásico jamás dejará de ser tendencia.

Las piezas antiguas o de segunda mano seguirán teniendo un lugar destacado en la decoración de interiores del futuro. Se trata de recuperar objetos con historia y valor sentimental, que aporten carácter y singularidad a los espacios. Además, son una forma de reutilizar y evitar el desperdicio.

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