
Nuestro país vive una transición energética, una oportunidad única, como a menudo dicen todos los agentes, para acometer la renovación energética de los edificios. Todas las esperanzas están puestas en la rehabilitación como medio para alcanzar la descarbonización del parque edificado para 2050. Peter Sweatman es uno de los expertos que siempre ha defendido un necesario proceso rehabilitador. Como fundador de una consultora especializada en eficiencia energética y estrategias de cambio climático, sabe el camino que todavía tiene que recorrer España en materia de energía.
¿Cree que la nueva Ley de Rehabilitación española motivará un cambio de paradigma en la renovación energética de edificios?
Pienso que sí porque hay dos elementos clave en esta ley. El primero es el ‘Principio de Eficiencia Energética’ que proviene del ‘Energy Efficiency First Principle’ establecido por la Comisión Europea, que intenta priorizar aquellas soluciones relacionadas con la eficiencia energética en la toma de decisiones de inversión y en la fase de planificación de la rehabilitación. El segundo es que por fin se establece la figura jurídica de las comunidades de propietarios, que las faculta a solicitar ayudas y préstamos para obras colectivas de rehabilitación. Además, bajo esta ley solo se necesita una mayoría simple para la toma de decisiones en las comunidades, algo que sin duda puede agilizar estos procesos.
¿Considera que la rehabilitación energética dejará finalmente huella en el parque edificado español gracias a los fondos europeos o, por el contrario, falta una mayor concreción de los planes de actuación?
Espero que sí, porque desde 2014 hasta 2019 la tasa real de rehabilitación de los hogares españoles se ralentizó y, con apenas un 0,08%, se sitúa por detrás de la de otros países de la UE, como Francia (1,75%) e Italia (0,77%). Hace unas semanas escribí un artículo publicado por ESADE que propone poner en marcha un plan Marshall para los edificios españoles y algunos de los hitos los menciono a continuación.
La nueva ley también contiene elementos para mejorar la fiscalidad y de financiación que tienen como fin la fácil aplicación de los programas financiados por los fondos NextGenerationEU. Hay deducciones fiscales de hasta 15.000 euros en el IRPF, así como avales de hasta 1.100 millones ofrecidos por el Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Pero para responder a tu pregunta, pienso que se debe pensar en el conjunto de beneficios de la eficiencia energética en edificios al articular los planes de actuación. Estos planes deben implicar a los distintos actores del sector privado ligados a la cadena de suministro de la construcción y cuyos intereses están cada vez más alineados con la rehabilitación de los edificios para así ahorrar combustible y proporcionar una mayor seguridad energética.
Desde Climate Strategy creemos que podríamos apalancar las relaciones banco-propietario a través de estándares de cartera hipotecaria (en inglés Mortgage Portfolio Standards - MPS) para las entidades de crédito españolas. MPS es un mecanismo que requiere que el rendimiento energético medio de los edificios financiados en la cartera de un banco se ajuste a una serie de objetivos específicos y a unas fechas en concreto, alineados con los objetivos de descarbonización de España.
En España se suscriben cada año más de 300.000 nuevas hipotecas, cada una con un importe medio de 135.000 euros, proporcionando un total de más de 40.000 millones a los compradores de vivienda. Actualmente no se dedica la cantidad necesaria de recursos para informar a los compradores de vivienda sobre las características energéticas de los hogares ni las opciones para poder abordarlas. Se estima que hay más de 3 millones de clientes con hipoteca que viven en edificios energéticamente ineficientes y que podrían así mejorar su economía y permitir además a sus entidades acreedoras que “ecologizaran” sus hipotecas.
Por primera vez la legislación española reconoce la figura del agente rehabilitador para canalizar, gestionar y ejecutar las actuaciones de renovación energética en los edificios, sin embargo no existe un censo público al que acudir para contratar a este profesional. ¿Debería existir una red transparente que dé confianza al particular y a las comunidades de propietarios?
Por supuesto. Agradecemos que la ley reconozca la figura del agente rehabilitador, ya que en nuestros estudios esta es la piedra angular del proceso de rehabilitación de los edificios. Podemos utilizar a Alemania como referencia, donde el gobierno ha conseguido dinamizar la gestión de los proyectos mediante la acreditación de más de 11.000 agentes cualificados, que a su vez proponen proyectos de renovación energética, ayudan a obtener financiación del banco estatal KfW, y son cosignatarios de los préstamos como garantes técnicos. Posteriormente, estos agentes gestionan las obras en nombre del propietario. Consideramos que para rehabilitar a fondo los millones de hogares en España que lo necesitan, se requiere una red similar de unos 10.000 agentes cualificados en gestión de proyectos. Los agentes alemanes ganan un promedio de 2.000 euros por cada proyecto, y en España podría establecerse una tarifa regulada que se pagará únicamente después de que se hubieran acreditado con éxito los ahorros energéticos.
¿Sobre qué zonas claves de un edificio es imprescindible intervenir para acometer una buena rehabilitación?
Propongo algunas ideas sobre dónde intervenir en los edificios basadas en cómo marcar la trayectoria de los edificios para alcanzar la eficiencia, la suficiencia y las cero emisiones. La primera es abordar con urgencia el tema de las “paredes huecas” o paredes con cavidades ya que en la actualidad existen formas de aislar las áreas principales de las viviendas ineficientes que pueden ejecutarse con rapidez y obtener unos resultados de manera inmediata. La segunda es aislar los áticos y los techos. Llevar a cabo el aislamiento de las paredes y las fachadas suele ser más costoso y requiere más tiempo (cuando no existen huecos en el interior de las paredes), pero en el caso de los áticos y los techos, estos son frentes de rehabilitación accesibles de manera ágil. La tercera es controlar con criterios de salud los termostatos para asegurarse de que funcionan correctamente y que reduzcan el derroche de energía. La cuarta es fijar objetivos para el ajuste óptimo de los interruptores de las bombas de calor de fuente de aire. La quinta es dejar de utilizar el gas para calentar agua y utilizar el sol. Mientras que el 8% de la energía doméstica en España se utiliza para calentar agua, solo un 1,3% de las casas utilizan agua solar-térmica, en cambio en Israel el 85% de los hogares usan calentadores solares de agua.
¿Cómo se pueden solucionar las pérdidas de calor y energía que causan los espacios libres en las paredes en los edificios de los años 60 y 70?
Hay una gran probabilidad de que España tenga cerca de más de un millón de paredes huecas que pueden aislarse rápidamente y a muy bajo coste. Anteriormente, estas “brechas de aire” se consideraban ideales para la ventilación y la prevención de la humedad, pero en la práctica eran utilizadas simplemente para verter los escombros de la construcción. Con esta acción se puede ahorrar dinero de forma inmediata. Hay máquinas dedicadas a ese trabajo, y el Reino Unido tiene un mercado maduro en esta área del cual se pueden extraer técnicas y convocar expertos.
¿Cree que todavía se sacrifica la eficiencia energética por la estética en las rehabilitaciones integrales?
Desde que los precios energéticos subieron de forma significativa, hay casos en los que se incrementaros hasta seis veces en solo un año. Creo que el factor energético es cada vez más importante. La realidad es que una casa moderna no debe tener tarifas de electricidad altas porque hay técnicas que pueden permitir que casi todos los edificios españoles alcancen la neutralidad energética combinando la rehabilitación con el autoconsumo. No debemos actuar de forma selectiva sobre las distintas partes del parque inmobiliario. Los ahorros energéticos tienen lugar en todos los proyectos de rehabilitación.
¿Cómo ve el parque edificado español en 2026, fecha en la que deben concluir las rehabilitaciones de aquellos edificios en los que las comunidades de propietarios o particulares han sido beneficiados con las ayudas procedentes de los fondos?
Quiero ser positivo e imagino avances concretos hacia 2026. Con la nueva ley, los fondos europeos y la participación de bancos españoles, apoyados por redes de agentes rehabilitadores, podríamos llegar al objetivo de 300.000 hogares renovados por año antes de 2030.
Entiendo que la rehabilitación masiva de viviendas tiene un alto nivel de complejidad por la cantidad de actores que hay que convocar y convencer, por la ventana de tiempo, y porque estamos hablando de una actividad disruptiva dentro de las actividades tradicionales del sector de la construcción. Sin embargo, hay profesionales muy calificados en cada uno de los distintos ámbitos relacionados con la rehabilitación, quienes deben buscar sinergias y sumar esfuerzos para articular cómo conseguir los objetivos que nombras.
El MITMA tomó en cuenta a la Nueva Bauhaus Europea y a la Ola de Renovación en el momento de redactar la Ley de Rehabilitación Española. Si le sumamos la disponibilidad de los fondos europeos, tenemos un marco de acción adecuado y promisorio que puede ser complementado por los MPS. Por ejemplo, los MPS ya se aplican de forma voluntaria -y con éxito- para reducir los riesgos de la transición climática en las hipotecas de los bancos de los Países Bajos y del Reino Unido.
¿Qué le falta a España que tienen desde hace años otros países de su entorno en lo que respecta al sector de la rehabilitación?
La actual crisis energética es un factor determinante que obliga a los gobiernos y a los hogares analizar con mayor profundidad las opciones para protegerse frente a los altos precios de la energía. Para eliminar la financiación a los combustibles fósiles procedentes de Rusia hay que ofrecer apoyo a las poblaciones más vulnerables -que sufren de pobreza energética- renovando sus hogares y los edificios públicos para catalizar este mercado.
Las velocidades y los recursos de implementación son claramente distintos en las distintas regiones. A lo largo de los años he participado en distintos proyectos relacionados a la rehabilitación de edificios en España como el Grupo de Trabajo para la Rehabilitación (GTR) cuya investigación indica los distintos “hot spots” en el territorio español donde hay conjuntos de edificios donde la rehabilitación es factible, y son un buen punto de partida para futuras campañas.
La clave para España está en actuar rápidamente para evitar un nuevo pico del precio de la energía y un shock de oferta en invierno de 2022. Este esfuerzo requiere de una movilización masiva apoyada en las herramientas de la nueva ley, y una industria capacitada en la materia capaz de apoyar a los nuevos agentes rehabilitadores y que coordine las líneas de financiación (mezclando dinero público y privado) para asegurar un resultado óptimo para la ciudadanía.
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