
Joe Gebbia, el cofundador de Airbnb, acaba de anunciar la creación Samara, una nueva empresa que construirá casas prefabricadas con cero emisiones pensadas para los patios traseros. El tamaño de estas viviendas es reducido, de 41 a 50 m2; no su precio, que parte desde los 272.000 euros.
La startup Samara comenzó como un departamento de innovación dentro de Airbnb, con el fin de encontrar nuevos productos y nuevas formas de crear un cambio social. Con el tiempo, el equipo empezó a centrarse en las casas de patio trasero, también conocidas como unidades de vivienda accesorias o ADU, algo frecuente en Estados Unidos.

El primer producto de la firma, una minicasa prefabricada con cero emisiones llamada Backyard, ya se puede comprar en California. Una ubicación que tiene sentido para la propuesta, puesto que la sede central de Airbnb está en Silicon Valley, San Francisco, donde existe poca oferta de viviendas debido a la enorme cantidad de compañías tecnológicas que existen. Y las pocas casas que hay cuentan con unos precios sumamente elevados. De ahí que esta compañía busque agregar unidades habitacionales en los jardines de las ya construidas.
Samara cuenta en su catálogo, de momento, con dos opciones de casas prefabricadas, ambas con paneles solares para afrontar el gasto energético:
- Un estudio de 40 m2 completamente equipado con cocina exclusiva, baño, ducha a ras de suelo, lavadora, secadora y almacenaje incorporado.
- Una casa de un dormitorio de 51 m2 con cocina, baño, ducha independiente, lavadora, secadora y almacenaje incorporado.
Las unidades de Samara se pueden personalizar con distintos acabados, colores e instalaciones. Por ejemplo, se le pueden agregar más paneles solares de modo que obtenga más energía de la que consuma y así poder proveer a la vivienda principal de la parcela. Según la empresa, necesita menos de la mitad de energía que una casa estándar de tamaño equivalente.

El proceso de instalación de Backyard en la ubicación dura de cuatro a seis semanas (en lugar de cuatro a seis meses como la mayoría de las construcciones, señalan desde Samara). Respecto al tiempo de ejecución, el plazo de finalización es de unos siete meses, lo que normalmente cubre la obtención de permisos, la fabricación y la instalación de la casa prefabricada, siendo lo relativo a las licencias el trámite que más tiempo lleva.

Las viviendas prefabricadas de Samara tienen como objetivo añadir un espacio extra a una vivienda, así que se les puede dar el uso que permitan. Por ejemplo, se pueden utilizar como casas de invitados, como estudios, despachos o para el alquiler, ya sea fuera o dentro de Airbnb.

Samara también planea expandirse a otras ubicaciones de Estados Unidos, ya que se comienzan a adoptar nuevas regulaciones para ayudar a construir ADUs. “California es una oportunidad única. No hay suficientes viviendas, y el precio de las casas es extremadamente alto. Tenemos que encontrar la fórmula de conseguir más unidades para la gente y esto puede ser una opción”, comentan desde la firma.
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