
España es un edén de paisajes naturales por descubrir. Quizá uno que destaque sobre el resto es el Parque Nacional de Monfragüe, un auténtico paraíso para los amantes de la ornitología y el senderismo. Si busca hacer una escapada o una excursión a la naturaleza, sigue leyendo, porque vamos a descubrir los secretos de Monfragüe.
El Parque Nacional de Monfragüe, en la provincia de Cáceres, se localiza en el triángulo imaginario que forman las ciudades de Plasencia, Trujillo y Cáceres, y se articula en torno al río Tajo y su paso por dehesas y montañas. También pasa por el parque el río Tiétar.

Este parque nacional tiene una superficie de 18.396 hectáreas y ostenta el título de ser el primer espacio protegido de Extremadura, ya que se declaró Parque Natural el 4 de abril de 1979. En el área predominan tres hábitats principales: el bosque y matorral mediterráneo, las dehesas, los roquedos y las masas de agua (ríos y embalses).
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El nombre de Monfragüe proviene del nombre que pusieron a la zona los romanos, que la apodaron como ‘mons fragorum’ (monte denso), debido a la vegetación autóctona. De la presencia romana no quedan vestigios, pero sí de la época de dominio musulmán. En el parque se encuentra el Castillo de Monfragüe, de origen árabe, en el que vivía la princesa Noeima. Sobre esto circula la leyenda de que la princesa vaga eternamente por el monte después de que su padre la castigara por enamorarse de un cristiano al que traspasó información para acceder al castillo.

Pero no es el único resto histórico que se puede ver en Monfragüe. Hay varias pinturas rupestres prehistóricas. Además, en la ermita, junto al castillo, hay una talla de la Virgen de Monfragüe del siglo XVII-XVIII traída de Palestina por los caballeros de la Orden de Santiago.
Avistamiento de aves en Monfragüe
El Parque Nacional de Monfragüe es una parada obligatoria para los amantes de la ornitología. El parque es famoso internacionalmente por ser uno de los mejores lugares para la observación de aves en Europa. Alberga poblaciones de especies emblemáticas como: buitre negro, búho real, cigüeña negra, alimoche, águila imperial ibérica y águila real, entre otras. Los numerosos miradores y rutas del espacio natural permiten a los visitantes disfrutar de la majestuosidad y belleza de estas aves en su hábitat natural.

Pero la fauna no se queda únicamente en las aves. En el Parque Nacional de Monfragüe también es posible observar otros animales como: nutrias, meloncillos, culebras y sapos de varias especies, tritones, salamandras, galápagos leprosos, garduñas, gatos monteses, tejones, jinetas, venados, jabalíes, conejos y zorros.
Senderismo en el Parque Nacional de Monfragüe
Para los entusiastas del senderismo y las rutas que atraviesan o recorren parajes naturales, Monfragüe cuenta con una red de caminos que atraviesan paisajes de dehesas, bosques mediterráneos y riberas de ríos.

En total, existen 7 rutas autoguiadas señalizadas; tres de ellas se pueden hacer a pie; otras tres se pueden hacer a pie, en bicicleta y/o a caballo y una se puede hacer únicamente en bicicleta. Algunas de las más famosas son:
- Ruta Roja: Castillo de Monfragüe. 16 kilómetros
- Ruta Negra: Camino de Barbaón. 46 kilómetros.
- Ruta verde: Arroyo de Malvecino – Cerro Gimio. 8 kilómetros.
Rutas como la del Cerro Gimio o la del Castillo de Monfragüe permiten explorar el parque en profundidad y descubrir paisajes impresionantes desde sus cumbres. Por otro lado, existen rutas diseñadas para el avistamiento de especies animales, incluso hay alguna para observar aves nocturnas.
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