La familia Olivares, que había disfrutado durante años sus veranos en Zahara de los Atunes, Cádiz, se encontró ante un desafío inesperado cuando la casa que solían alquilar fue puesta en venta. La copropiedad fue su solución
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Copropiedad de viviendas
Imagen de la vivienda Vivla

Zahara de los Atunes es uno de los rincones más especiales de Cádiz y ha sido durante años el destino favorito de la familia Olivares para disfrutar de sus vacaciones estivales. Sin embargo, el reto de adquirir una segunda residencia en esta zona tan codiciada parecía cada vez más difícil debido a la alta demanda, la escasa oferta y el precio tan elevado. Por este motivo, Miguel Olivares y su mujer siempre elegían la opción del alquiler para asegurar sus vacaciones en una vivienda en particular. 

Pero este año, cuando llamarón a la inmobiliaria que les gestionaba este arrendamiento para reservar unas semanas en agosto recibieron una negativa por respuesta. Y no, no es que la casa en cuestión ya estuviera alquilada para esas fechas, lo que sucedía es que había sido puesto en venta. ¿Su precio? Más de un millón de euros. Una cifra inalcanzable para la economía de esta familia hasta que descubrieron la opción de la copropiedad. 

Copropiedad de viviendas
Imagen de la vivienda Vivla

Miguel Olivares, el padre de familia, nos comparte su experiencia: "Al principio, la idea de la multipropiedad (asociada a veces a la copropiedad, aunque no es lo mismo) podía parecer algo obsoleto, como de los años '80, y puedes quedarte con esa impresión de primeras", comenta Miguel, reflexionando sobre sus percepciones iniciales. "Pero, si lo analizas bien, te das cuenta de que estás invirtiendo dinero que siempre tiene valor. Es como adelantar el dinero de tus vacaciones, y eso siempre tiene valor".

Este enfoque ha permitido a los Olivares seguir veraneando en su querido refugio en la costa gaditana. La casa, ubicada en primera línea de playa, no solo es un lugar donde han creado recuerdos imborrables, sino también una inversión inteligente. "Estar frente al mar de Cádiz proporciona una garantía de que su valor se mantendrá o incluso aumentará. Es un valor seguro, un valor refugio", explica Miguel.

Además, el modelo de copropiedad les ofrece flexibilidad para el futuro. "Si en cuatro años decido que mis hijos se han cansado del sur de Zahara y queremos cambiar, existe la opción de que Vivla, empresa que ha gestionado la compra del activo, me recompre mi fracción", menciona Miguel, resaltando una de las muchas ventajas de esta modalidad.

Copropiedad de viviendas
Imagen de los hijos de Miguel Vivla

Para la familia Olivares, este nuevo modelo de propiedad compartida representa más que una simple adquisición; es una manera de asegurarse de que cada verano sea memorable, sin las preocupaciones que conlleva ser propietario único. Es un nuevo horizonte en el concepto de vacaciones familiares, haciendo posible disfrutar de un hogar lejos de casa sin las habituales ataduras.

Miguel y los suyos son uno de los propietarios de 'Casa Tuna' (así ha sido nombrado el activo), pero no los únicos. En este sentido, Olivares explica que la copropiedad le ha dado la oportunidad también de compartir este activo con gente a la quiere. "Yo creo que todo el mundo fantasea con compartir unas vacaciones o una segunda residencia con algún amigo y es lo que hemos conseguido nosotros. Cuando nos enterarnos de la venta de la vivienda y de la oportunidad de la copropiedad se lo comentamos a unos amigos nuestros y decidieron comprar tres de las ocho fracciones en las que se divide la vivienda. Con sus tres fracciones y la nuestra somos propietarios del 50% de la casa", asevera ilusionado. Actualmente las otras cuatro fracciones ya están transaccionadas. 

¿En qué consiste la copropiedad?

El modelo de negocio es sencillo. El interesado en adquirir una segunda residencia en España se puede acercar hasta esta empresa y:

1. Transmitirle de cuánto dinero (presupuesto) dispone.

2. Qué ubicación le atrae.

3. Cuántas semanas le gustaría disponer del activo.

Todas las empresas dedicadas a este modelo de negocio lo primero que hacen es dividir la propiedad en ocho partes o fracciones, para que los propietarios puedan comprar un mínimo de una fracción y un máximo de cuatro. Todos los gastos se reparten entre los propietarios y el derecho a disfrute por fracción es de seis semanas al año, incluida dos semanas en temporada alta, como mínimo. En total 44 noches al año por octavo.

¿Cómo se realiza la compra?

Las compañías vehiculizan la copropiedad a través de una S.L, y los copropietarios son los titulares de la S.L en su totalidad, que es la dueña del inmueble. Cada propietario puede tener un mínimo de una acción (un octavo de la vivienda) y un máximo de cuatro porque ninguno puede poseer más de la mitad del activo. La gran mayoría de empresas ofrecen la posibilidad de quedarse ellas mismas como administradores y gestores de la S.L para liberar de trámites y burocracia a los propietarios, pero si estos últimos quisieran ejercer de administradores y gestores lo podrían hacer perfectamente. 

¿Cómo se hace el reparto de semanas?

La gran mayoría de las empresas, por no decir todas, intentan hacer un reparte justo de las semanas. ¿Qué quiere decir esto? Muy sencillo, el propietario podrá disfrutar como mínimo una semana de la vivienda en temporada alta. En este sentido, cabe destacar que no será lo mismo una temporada alta de una vivienda en la montaña o una vivienda en la costa, por ejemplo.

¿Dónde puedo encontrar estas viviendas?

Los 'players' del mercado se están centrando en zonas costeras porque es donde más demanda de segunda residencia existe. Lugares como la costa del sol, la costa brava y las Islas Baleares son el gran objetivo de estas compañías, pero hay empresas como Vivla que también abre el mercado a lugares de montaña como Baqueira.

¿Puedo vender mi parte de la casa cuando quiera?

Claro que sí. Todas las compañías permiten al propietario vender la parte de su casa a la persona que ellos quieran por el precio que ellos decidan. Además, dado que todas estas empresas tienen una gran bolsa de clientes también ofrecen la posibilidad de ser ellos los encargados de vender esta participación para que el propietario no tenga que ocuparse de nada.

¿Qué diferencias existen con la multipropiedad?

"La realidad es que con la multipropiedad no eras propietario de nada, sólo pagabas por un derecho de uso, pero al finalizar no eras propietario. En la compra fraccionada el interesado se convierte desde el primer momento en propietario del inmueble en cuestión, en función de lo que haya pagado. Esto significa que ha realizado una inversión inmobiliaria y que en cualquier momento puede deshacer su posición vendiendo su parte de esta", asevera el CEO de Vivla, una de las empresas de este sector. En este sentido, lo importante es destacar que no sólo se trata de una compra, sino también de una inversión inmobiliaria. 

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