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Madrid ha sido el escenario de la última operación inmobiliaria que ha protagonizado la Casa de Alba. Los hermanos Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, hijos de la fallecida duquesa de Alba, han vendido un edificio de oficinas situado en las cercanías del Paseo de la Castellana.

Se trata de un inmueble situado en la calle José Abascal, en el número 41, que ha sido traspasado por unos 20 millones de euros a la promotora Pryconsa.

Actualmente el edificio tiene como inquilinos al Ministerio de Agricultura y Pesca, que tiene allí diferentes departamentos como la auditoría interna o el Organismo Autónomo de Parques Naturales, y a la filial española de Kuwait Petroleum, que ocupa la primera planta.

Sin embargo, el mercado apuesta por una reconversión del inmueble, que podría transformar su uso para albergar viviendas de alto standing.

El barrio de Chamberí es el que alberga la mayor parte de las propiedades inmobiliarias de la familia Alba, que está llevando a cabo una reordenación estructural y económica de su extenso patrimonio, que está dando lugar a la venta de inmuebles y destacadas obras de arte.

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